Las imágenes en 3D son el nuevo maná para las productoras de Hollywood, que así esperan no sólo cuadrar sus cuentas de resultados, sino luchar eficazmente contra la piratería. Una firma como la Disney tiene ya preparados más de 200 proyectos, y otras productoras tienen en cartera cifras similares. La fiebre ha sido tan repentina y está siendo tan intensa, que resulta difícil encontrar contenidos suficientes para tanta producción. Por eso están volviendo la vista atrás. Son muchas las viejas películas que van a ser sometidas a un remake que las convierta en joyas del séptimo arte en 3D.
Cualquier película vale. No hace falta siquiera que en su día fuera un éxito. Poca gente se acuerda de la olvidable Popeye el Marino, llevada al cine en su día por Robert Altman. Está muy adelantado el proyecto que nos permitirá ver los bíceps del marinero camorrista en todas sus gloriosas tres dimensiones. También veremos Piraña 3D, remake de un viejo éxito de los 70, donde estos simpáticos pececillos mostraban su afición al género humano devorando bañistas con gran efusión de tinta roja. El 3D dará mayor espectáculo, y convertirá los bocados en materia de gourmet, mientras les vemos las amígdalas a los peces caníbales.
El eterno proyecto de Hollywood, Tron de la Disney, se estrena por fin estas Navidades bajo el nombre de Tron Legacy. Llegará en 2D, en IMAX y en IMAX 3D. Habrá que ver como le sienta eso de la estereoscopía a Jeff Bridges, que hace de prota de la cinta. Y antes de que se estrene Tron, lo hará Saw 7. Los productores de la franquicia están descontentos con los resultados obtenidos por la sexta entrega, y por eso han decidido hacer la séptima en tres dimensiones. Casquería y sangre que no falte, y de paso que salpiquen a las cinco o seis primeras filas.
Todos andan locos con las 3D. Quien puede prepara terceras o cuartas partes como Toy Story 3D, la nueva de Spiderman o la siguiente entrega se Shrek. Lo mismo ocurrirá con las dos últimas entregas de Harry Potter. Incluso Del Toro, que en diversas ocasiones ha renegado del 3D para su proyecto de El Hobbit, se ha bajado ya de la burra y afirma que si el mercado lo pide, quién es él para negarse. Podremos contarles los pelos de los pies al viejo Bilbo.Con suerte también nos reencontraremos con los peluches de El cristal oscuro y los chalados especialistas de Los Cazafantasmas (Sigurney incluida) con efecto profundidad. Pero la entrega más esperada será la de los caballeros de esa agencia que no existe y que llevan gafas oscuras. Ya se ha firmado la siguiente entrega de Los hombres de negro en 3D. Los piños de Will Smith se van a salir de la pantalla, pero en 2012.
