Por el momento la familia LX900 de Sony está compuesta por un ejemplar de 60 pulgadas, y otro de 52. En ambos casos se trata de pantallas que incorporan el nuevo diseño Monolithic que reduce el borde a la más mínima expresión, y convierte el frontal de los televisores en una enorme superficie plana y diáfana. La iluminación es de tipo led, con las fuentes colocadas en los bordes de la pantalla, pero eso no impide que el control de contraste sea excelente.
Los paneles son de nueva creación, con una combinación de materiales que mejora el detalle en la reproducción de los negros más oscuros. Los colores son vivos y brillantes, y con la tecnología de reproducción a 200 Hz, los movimientos rápidos están perfectamente definidos. La conectividad es muy completa, y además de un puerto USB, incorporan compatibilidad Wi-Fi para acceder a diversos servicios de Internet, entre ellos la Televisión a la Carta.
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