La profesión de espía está sufriendo cambios radicales en los últimos tiempos. Ya no basta con tener un conocimiento enciclopédico en el manejo de armas, dominar las artes marciales como para borrarle la sonrisa a Jackie Chan, o tener los bíceps hiperdesarrollados de tanto servir martinis. Tampoco se valora como antes la habilidad en la ruleta, la prestancia a la hora de vestir smoking, o la capacidad para seducir a las espías más peligrosas. Ahora encima hay que ser un experto en redes sociales.
El MI5 británico, encargado de la seguridad interior y hermano del MI6 al que pertenece el espía más famoso de todos los tiempos, está jubilando anticipadamente a docenas de sus operativos porque no han sido capaces de demostrar un nivel de habilidad avanzado en el manejo de redes sociales como Facebook o Twitter. Los responsables de inteligencia en el Reino Unido están convencidos de que los nuevos terroristas son cada vez más jóvenes, y que se relacionan y comunican a través de Internet, de ahí la necesidad de que los espías del siglo XXI sean expertos en monitorizar ese tipo de servicios.
En cualquier caso, no se trata de una simple reducción de personal. El MI5 tiene en estos momentos 3500 empleados, y espera alcanzar los 4100 para comienzos del 2011, eso sí, todos expertos en informática y con página en Facebook. Es una lástima que los despedidos no tengan conocimientos de redes, porque podrían anunciarse en Linkedin.
El perfil del recluta en los servicios secretos británicos ha cambiado. Ya no se trata de individuos salidos de los colegios más prestigiosos en Oxford y Cambridge, con una cierta formación militar, y a ser posible tradición familiar en el mismo puesto. Los nuevos espías son jóvenes procedentes de las facultades de informática, capaces tanto de crear un perfil en una red social como de frenar un ciberataque. Los directores de la seguridad interior británica esperan reforzar la seguridad de cara al 2012, de manera que nada enturbie la celebración de los juegos olímpicos en Londres.
Vía: Daily Mail