Se llama iPad y promete ser la estrella tecnológica de este 2010, pero hasta hace pocos días, ni su propio nombre le pertenecía. Y es que el iPad, en realidad, era un pequeño dispositivo inalámbrico registrado por la japonesa Fujitsu, desarrollado para la gestión de mercancías de las tiendas minoristas. El pasado 17 de marzo, Fujitsu se puso de acuerdo con Apple para cederles el nombre ‘iPad’, de manera que quedara definitivamente asignado a esa tableta de Apple, cuyas primeras existencias ya han quedado agotadas en la primera semana de ventas.
Ni Fujitsu ni Apple han hecho públicas las condiciones del acuerdo, claro está. Lo importante, para ellas, es que este conflicto de marcas se ha resuelto sin necesidad de ir a juicio, cosa que habría alargado el problema sobremanera. En cualquier caso, es de suponer que previo pago de una generosa cantidad, el asunto habrá quedado más que subsanad, aunque ninguna de las dos compañías ha confirmado que la resolución haya llegado por la vía económica y mucho menos indicado cifras concretas.
Apple tenía constancia de ello cuando en septiembre de 2009, Steve Jobs presentó el proyecto de la tableta que se llamaría iPad. Hay que tener en cuenta que Fujitsu registró el nombre de su gadget en marzo de 2003 y que Apple hizo todo lo posible en 2009 para invalidar el registro realizado en la oficina de marcas y patentes. Aunque la compañía de la manzana se esmeró en llevar a cabo una gran cantidad de procedimientos administrativos, no logró hechar al traste el registro. Se puede decir que en marzo de 2010, ambas han firmado la paz.