¿Cómo andará el tráfico en 2020? No lo sabemos y puede que no nos preocupe demasiad. Pero, ¿qué hay de las empresas de mensajería que viven de la distribución de paquetes? Para ellos los embotellamientos sí son una sombra negra en el horizonte de sus negocios. Pero, ¿y si sacáramos a los mensajeros de las calles?
Philipp Hermes, del instituto de enseñanza superior Folkwang Hochschule de Essen ha creado una maqueta, la “Urban Mole”, que consiste en una unidad subterránea de transporte que se desplaza de forma autónoma por el sistema de alcantarillado. Este diseño conceptual, que obtuvo el segundo puesto en el concurso Vision Works patrocinado por Bayer MaterialWorks consiste en una especie de cápsulas del tamaño de cajas de zapatos que viajarían utilizando la red de tuberías subterránea transportando todo lo que, normalmente, nos llega por encima del suelo.
Cada cápsula, que, obviamente iría muy bien protegida de… “los agentes externos” estaría dotada de un pequeño motor eléctrico que la haría moverse sobre unos raíles, como si se tratara de un pequeño metro para los paquetitos. El sistema de tuberías funcionaría como una auténtica red de carreteras, con carriles extras para las zonas de mayor tráfico y con salidas para acceder a nuestros hogares u oficinas.
Explica Hermes que, “un escenario futuro podría ser el siguiente: te has quedado sin las especies exóticas que solías comprar en una tienda que está al otro extremo de la ciudad y que ahora necesitas para preparar ese plato tan exquisito. Te llevaría un minuto pedirlas a la tienda, y 8 minutos hasta que llegaran a la molestation más cercana a tu casa. Las molestations serían sucursales parecidas a nuestras habituales oficinas de correos.
El sistema Mole, que significa topo en inglés, puede ser una revolución para el transporte de paquetería en el futuro, pero es improbable que lo veamos, al menos próximamente.
Vía: Engadget