mstore

El primer operador de telecomunicaciones en España, Telefónica, pretende afianzar su posición. Si no le bastaba con una polí­tica de precios abusiva, con el estrangulamiento del mercado mediante tamizadas técnicas monopolí­sticas o la asfixia de usuarios y consumidores a través de un servicio postventa de dimensiones inquisitoriales, ahora la compañí­a coge fuerza para una nueva embestida. Además, tiene nombre, y es tan poco original como la propuesta a la que representa: mstore.

La idea en cuestión es poner al alcance de los usuarios de Movistar, su filial de móviles, una tienda online donde adquirir aplicaciones que puedan descargarse desde el propio terminal o desde un PC para su posterior sincronización con el teléfono. Exacto. Una AppStore, al estilo de Apple, de Google o de Nokia, pero en este caso, con mucha menor oferta y un margen mí­nimo para el usuario que prefiera adquirir programas por la cara.

El ánimo de lucro de la iniciativa, como es razonablemente suponible y comprensible, es más que palpable, aunque de inicio con muy poca proyección popular. Es un dato que se desprende del porcentaje de programas gratuitos que el usuario podra descargar en un principio: de las 1.000 aplicaciones disponibles sólo 100, el diez por ciento se podrán adquirir sin pagar un euro. Para contextualizar este dato, qué mejor referencia que el servicio que más y mejor representa esta filosofí­a comercial, la AppStore de Apple. El portal de descargas para iPhone e iPod Touch reveló en su último recuento más de 25.000 aplicaciones (a fecha de marzo de 2009), de las cuales el 22,7 por ciento son gratuitas.

En el apartado temático de las aplicaciones, la mstore toca prácticamente todos los palos que pueden interesar al usuario y ordenados en catorce categorí­as: juegos, diccionarios, entretenimiento, finanzas, salud, GPS-mapas, información, fotos y ví­deos, redes sociales, viajes y libros, deportes, compras, herramientas, y educación/infantil. En cuanto a los precios de los programas por los que haya que pasar por caja para adquirirlos, Telefónica se ha limitado a revelar una horquilla que va de los 0,57 euros a los 23,19 euros, impuestos incluidos.

A partir de ahora toca analizar cómo van a reaccionar los 12 millones de usuarios que Telefónica espera alcanzar en todo el mundo para su segmento de clientes de telefoní­a 3G, que a fin de cuentas son el público objetivo de la mstore. Su presumible rival directo, Apple, obtiene beneficios económicos directos por parte del 50 por ciento de los 26.4 millones de usuarios de la AppStore a través de iPhone. En el pasado mes de agosto, esta cifra supuso unos ingresos de 125 millones de dólares (casi 87 millones de euros) para la empresa de la manzana. Es evidente que la proyección se reduce notablemente en el caso de Telefónica, aunque quizás por eso el porcentaje de gratuidad en la descarga busca amortizar en un menor plazo la rentabilidad de la iniciativa.

Por el momento, el «invento» sólo es accesible a través de Movistar Emoción, tanto a través del móvil como por el ordenador, pero a partir de ahora los terminales 3G que venda Telefónica tendrán un acceso directo desde el menú para cogernos por sorpresa facilitarnos la tarea.

Ví­a: Telefónica

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