Microsoft acaba de lanzar la versión 1.0 de su Windows Live Movie Maker. Un momento perfecto, ahora que acaba el verano, y es hora de reconocer nuestras carencias visionando los vídeos de nuestras vacaciones. Seamos realistas, a nadie salvo a nosotros mismos, nos van a parecer vídeos interesantes si no los editamos. Enseñarle a nuestros familiares y amigos un vídeo sin montar es como ofrecerles la masa de un bizcocho antes de meterla en el horno.
Después de que la versión beta presentara muchos defectos e hiciera que muchos tuvieran dudas sobre el valor del programa, la versión definitiva parece que sí cumple con las expectativas.
Una de las cosas que más destaca es el Automovie gracias al cual se puede hacer una edición casi automática de un conjunto de clips independientes en unos minutos. Imaginemos que tengamos pequeñas películas de pocos segundos, con el Automovie las convertiremos en una más grande, uniéndolas unas a otras.
Una agradable sorpresa ha sido que se incluya la opción de subir directamente los vídeos resultantes a YouTube sin necesidad de instalar ningún parche. Esto facilita mucho la publicación de los vídeos y puede ser muy útil, ya que los archivos suelen pesar mucho como para enviarlos por correo.
Los subtítulos y campos de texto son en esta versión todavía más sencillos de introducir que en la beta, donde había asistentes de títulos que complicaban más que aclaraban la operación.
Por último, cuando acabemos de editar nuestro vídeo, podremos exportarlo en Full HD, es decir a 1080 píxeles, a 720 o HD Ready, a 480 o a 320×240, dependiendo de para qué lo queramos.
Vía: Genbeta