El Gobierno español está debatiendo una propuesta para promover el uso de manos libres en el coche. Del total de vehículos que circulan en España, solo un 23% lo hace con manos libres integrado. Tanto es así que durante el año pasado, más de 100.000 conductores fueron sancionados por hablar a través de su teléfono móvil mientras conducían. La firma francesa Parrot, dedicada a la fabricación de dispositivos manos libres, ha olido el negocio y ya ha manifestado su total apoyo a una propuesta bastante singular que sin duda les beneficiará.
La idea que se ha lanzado en el Congreso tiene como principal cometido erradicar el mal hábito de los conductores. En este sentido, se contempla que la sanción pueda verter en dos opciones. La primera tiene que ver con la tradicional multa, cuyo importe deberá abonarse íntegro. Pero la novedad llega a continuación. En lugar de regalar dinero al Estado, la propuesta sugiere al usuario la compra e instalación de un dispositivo manos libres que deberá después demostrarse ante la Administración.
En este sentido, ya se ha solicitado la colaboración del Gobierno para introducir ventajas fiscales en la compra de este tipo de dispositivos. Se prevé que el tema pueda tratarse justo después del verano, cuando se celebren las primeras reuniones de la Comisión sobre Seguridad Vial para la prevención de accidentes de tráfico. Veremos si a partir de septiembre se lanzan al vuelo las primeras propuestas en firme.
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