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Han nacido con la tecnologí­a en la cuna. Mientras nosotros nos asombramos con la Web 2.0, ellos añaden contactos en Facebook y siguen frenéticas conversaciones en Tuenti sin pestañear. El 78% de los menores ya lleva al menos dos años accediendo a Internet desde el ordenador del hogar. El estudio realizado por INTECO sobre los hábitos en el uso de las tecnologí­as por parte de niños y padres, indica que el 87,1% de internautas menores accede a la red desde el ordenador de sobremesa que hay en casa y un 10,3% desde el portátil.

Sus hábitos en Internet no son tan diferentes de los que ostentan los mayores de edad. El 82,7% utiliza los servicios de la Red para enviar e-mails, mientras que el 69,5% lo hace para descargar música y pelí­culas. El 62,2% se dedica a buscar información útil para sus estudios y el 56,3% trata de encontrar alternativas para el ocio. En este sentido, el acceso a la Red suele tener lugar desde el hogar (94,1%), en el centro educativo, en casa de los amigos o en un cibercentro de pago, por orden de preferencia.

¿Pero están enganchados a Internet? Lo cierto es que la impresión de los padres varí­a notablemente con respecto a las respuestas de los niños. La mitad de los encuestados se conecta diariamente a Internet, mientras que el resto lo hace de dos a tres dí­as por semana. La realidad es que el interés por este medio va creciendo a medida que lo hacen los niños, a medida que van descubriendo todas las posibilidades que les ofrece la Red. En cualquier caso, el 78,9% de los padres considera que el tiempo que pasa su hijo en Internet es normal.

Los teléfonos móviles también son una herramienta común entre niños y adolescentes. Según el mismo estudio, el 64,7% de niños de entre 10 y 16 años dispone de un terminal propio, mientras que el 89,2% de los que tienen entre 15 y 16 años ya va por la vida equipado con su teléfono móvil personal. Un dato que coincide con el estudio que afirmaba que el 80% de adolescentes españoles ya contaba con uno de éstos. El 50% de los menores funciona con tarjetas prepago y sus padres le realizan las recargas de dos a tres veces al mes (47,4%) y una sola vez (41,6%), con un gasto promedio de 15,9 euros mensuales.

Aunque los padres exageran en el uso que hacen sus hijos del teléfono móvil, los niños afirman que sólo utilizan el teléfono para enviar SMS, llamar a familiares y amigos, hacer llamadas perdidas, escuchar música o enviar fotos y ví­deos de forma moderada. Y es que en realidad, solo cuatro de cada diez menores afirma que el móvil le gusta mucho más que otras cosas. El resto disponen de él como si con ellos no fuera la cosa.

Con los videojuegos la cosa cambia. Se detecta un uso de las videoconsolas más esporádico que el que se hace de Internet. En este sentido, solo el 40,8% de los hogares dispone de una videoconsola de sobremesa, mientras que el 18,7% cuenta con alguna videoconsola portátil. Una mayorí­a masculina del 37,8% tiene preferencia por los videojuegos frente al 18,9% de las niñas. Los padres, por su parte, muestran un conocimiento más alejado de la realidad con respecto al uso que hacen sus hijos de las videoconsolas.

Esto explicarí­a que la mayorí­a de juegos utilizados por los niños lleven el distintivo de no apto para menores de 16 años y que sin embargo, sus padres decidan adquirirlos. En cualquier caso, se observan tendencias positivas para los tí­tulos Fifa 07/08 (19,9%), Splinter Cell (7,6%), Call of Duty (5,0%) o los Sims (4,2%).

Al hilo del apunte acerca de los juegos para mayores de 16 años, el estudio aportaluz sobre distintas conductas y peligros a los que están expuestos los niños, ya sea a través de Internet, el teléfono móvil o los videojuegos en si. Hay que destacar el eterno conflicto generacional que se pone de relieve en todas las facetas del estudio: las impresiones erróneas de padres e hijos a la hora de hacer un balance común sobre el uso de las TIC.

Fotos de: kmakice, neoneddy y Larsz

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