Allá por 1967, se estrenó un capítulo de la primera temporada de Star Trek llamado “Trouble with Tribbles”. En aquel episodio, la tripulación del Capitán Kirk se veía en el brete de tratar con los tribbles, una especie alienígena traída a la Enterprise por un comerciante llamado Cyrano Jones. Aunque no han tenido muchas apariciones en la saga, los Tribbles son una de las criaturas más veneradas por los que están realmente colgados con la parafernalia de Star Trek. Tanto que ahora Thinkgeek ha puesto a la venta réplicas de estas bolas de pelo galácticas para que los trekkies con afición a las mascotas puedan ponerlos en su casa.
En la serie, los tribbles eran una especie de bolas de pelo inofensivas que emitían un agradable ronroneo al ser acariciadas, ronroneo que, de paso, servía para tranquilizar a cualquier especie humanoide salvo los malencarados Klingon. También tenían la desagradable costumbre de reproducirse rápidamente y sin ningún control. El tribble que se vende en Thinkgeek, afortunadamente, no se reproduce en absoluto. Unas pilas convenientemente escondidas en su interior y un interruptor hacen que active su característico ronroneo cuando se le toca o mueve.
Los tribbles clónicos vienen en dos tamaños diferentes y su color de pelo es aleatorio entre el negro, el marrón y el gris o blanco. El tribble de 12 pulgadas cuesta 20 dólares (15 euros al cambio actual) y el pequeño, de 6 pulgadas, 15 dólares (11 euros). Es un precio irrisorio comparado con los 1.000 o 1.500 dólares que han alcanzado los peluches originales de la serie en eBay. Sea cual sea su tamaño, son una adición imprescindible para Trekkies impenitentes como aquel que se montó el salón al estilo Star Trek.
Vía: Gizmodo