Todavía tiene que pasar algo de tiempo para que inventen un baul como el mítico “Equipaje” creado por Terry Pratchett, que se autotransporta, se autodefiende de los malos y es capaz de otras oscuras habilidades. Mientras llega, tendremos que conformarnos con esta maleta autopropulsada, la primera en su clase. En ella puedes cargar hasta 31 kilos y te acompañará por el aeropuerto a una velocidad máxima de cuatro kilómetros por hora. No es mucho, teniendo en cuenta que el ser humano camina algo más rápido pero es una buena idea para ancianos o aquellas personas que no pueden llevar mucho peso.
La maleta autotransportada no es como un coche teledirigido. El motor está pensado para hacerse cargo del 85% del peso total del equipaje y, para que se active, debe llevar al menos 7 kilos de peso en su interior. El dispositivo se pone en marcha automáticamente cuando comenzamos a andar y se detiene si detecta pendientes a favor. El motor de la maleta se alimenta de baterías recargables que le confieren una autonomía de algo más de dos horas o de dos kilómetros. Las baterías se recargan en unas cinco horas conectándolas a la corriente.
La maleta está fabricada en un compuesto de policarbonato similar al de los parachoques. Falta le va a hacer teniendo en cuenta como tratan el equipaje los mozos del personal de tierra en algunos aeropuertos. Sus dimensiones son 82 x 49 x 33 cm y su peso en vacío es de 10 kilos así que su propietario tendrá que tener ojo con algunos viajes para no excederse del peso límite y verse obligado a pagar un suplemento. Dudo que le moleste mucho abonar una tasa de más teniendo en cuenta que la maleta autopropulsada cuesta nada menos que 1.300 dólares (unos 987 euros al cambio). Para esto es casi mejor contratar a un mozo de equipaje, pero si alguien se ha enamorado de este gadget puede comprarlo en Hammacher Schlemmer.
Fuente: Gizmodo