Parece que para dormir a los niños ya no hará falta cantar una nana. Suima Crib es el nombre de la cuna que ha diseñado un equipo de la Universidad de Kyuushuu, en Japón. La cama está hecha de madera y aunque no es todo lo entrañable que quisiéramos, resulta capaz de tranquilizar a cualquier niño inquieto y con ganas de dar guerra.
Para detectar el llanto del niño, la Suima Crib lleva incorporado un micrófono. En ese preciso momento, se activa un sistema que mece la cuna en intérvalos de 1,8 segundos, la cadencia del latido que tiene el corazón de un adulto. Y es que, aunque madre no hay más que una, esta cuna japonesa promete dormir hasta al más rebelde de los niños.
De momento, la Suima Crib ya se ha puesto en circulación, aunque sólo es apta para bebés de alto standing. Lo decimos, porque el precio final de la cuna es de 4.000 euros. Una fortuna que no puede igualar el amor de una sola madre, claro está. Los bebés más modestos, siempre pueden alquilarla por 77 euros al mes o beneficiarse del vigilabebés Philips AVENT, un artilugio igual de útil y mucho más económico para la ocasión.
Vía: Crunchgear
