Fujitsu-Siemens acaba de presentar en España su sistema Amilo GraphicBooster. Un curioso invento que consiste en vender juntos un portátil (concretamente un Amilo Sa 3650) y un dispositivo externo que multiplica las posibilidades gráficas del equipo. Su vocación es bastante clara: satisfacer la demanda de quienes quieran un portátil cómodo de transportar, pero que al llegar a casa pueda convertirlo en una máquina que no se atragante con videojuegos y labores de edición muy exigentes en la parte gráfica.
A priori, la gran ventaja del sistema está en que, con un caja de escritorio de apenas medio kilo de peso (dimensiones de 180 x 130 x 33,5 mm), podemos tener un portátil muy capaz gráficamente, sin la necesidad de que sea un mastodonte ni valga una millonada (ahí están ejemplos como el Asus G71 o el Dell XPS M1730). La propuesta de Fujitsu-Siemens, en cambio, consiste en un portátil de peso convencional, vendido con el GraphicBooster a un precio conjunto de 1.200 euros.
El principal inconveniente está en que el accesorio no puede comprarse por separado. En su presentación, la responsable de productos de consumo de la firma, Carmen Pérez, afirmó que el precio del GraphicBooster en solitario rondaría los 150 euros. Pero sólo se vende junto con el Amilo Sa 3650 (que tampoco puede comprarse por separado en España) porque es el único portátil con el que, de momento, es compatible.
Todo se debe a la forma de conectarse con el dispositivo (un puerto PCI Express 2.0 8x), sólo disponible en este modelo de portátil, pero según Fujitsu-Siemens necesario para mover la suficiente cantidad de datos que requiere el GraphicBooster. Pero dejando a un lado este punto, fijémonos en cómo funciona el sistema y qué componentes lleva dentro. Empezando por el portátil.
El Amilo Sa 3650 lleva una pantalla de 13,3 pulgadas (1280 x 800 pixeles). Por dimensones (318 x 235 x 36,5-41 mm) podría entrar la categoría de los ultraligeros, pero su peso de 2,4 kilos se eleva por encima de la media en este tipo de equipos (al menos, viene con un lector-grabador de DVD, que suele estar ausente en los ultraligeros, con grandes excepciones como el Toshiba Portégé R500 o el Lenovo ThinkPad X300).
Estéticamente, tiene el típico acabado en blanco y negro de la familia Amilo (incluyendo el Amilo Mini). Usa procesadores AMD Turion X2 (las opciones van de 1,9 a 2,4 GHz), disco duro de 2,5 pulgadas (250, 320 o 500 GB), lleva 4 GB de memoria RAM (DDR2 a 800 MHz) y viene con Windows Vista de 32 bits. La tarjeta gráfica es una ATI Radeon HD 3200, que cuenta con 64 MB de memoria exclusiva de vídeo.
Por el resto, lleva todo lo mínimamente exigible en un portátil: Wi-Fi (según el último estándar 802.11n) Bluetooth, lector de tarjetas, dos puertos USB, cámara web de 1,3 megapíxeles… además del citado puerto para conectarse al GraphicBooster. También cuenta con una salida DVI para monitor externo, que como veremos más adelante aporta una buena utilidad una vez que se integra con el GraphicBooster.
Su autonomía máxima es de 4,5 horas. Eso con batería de 9 celdas y en modo reposo. pues la marca se reduce a tres horas mientras reproduce un DVD. Con la batería de seis celdas, ambas marcas bajan a tres y dos horas, respectivamente. Como curiosidad, el teclado incluye un sistema de drenaje similar al de los Toughbook de Panasonic, para evitar que los derrames accidentales de líquidos dañen sus componentes internos (hablamos de pequeñas cantidades de líquido, como mucho 50 mililitros).
El GraphicBooster, por su parte, lleva en su interior una tarjeta grafica bastante más avanzada que la del portátil: una ATI Mobility Radeon HD 3870, con 512 MB de memoria de vídeo. Tiene dos salidas de vídeo (DVI y HDMI), el puerto PCI Express para conectarse al portátil y dos puertos USB (para conectar accesorios como el ratón o el teclado). Para completar, dos pilotos LED indican cuando el equipo está encidido y cuanto está conectado al portátil.
Tras esta enumeración de características, ¿qué podríamos hacer al conectar ambos elementos? Para empezar, usar cuatro pantallas al mismo tiempo, a razón de dos pantallas por elemento. El portátil cuenta con la suya propia, y como adelantábamos antes, podría usar su salida DVI para conectarse a un monitor externo. El GraphicBooster, por su parte, usaría su propia DVI y la HDMI para lograr dos pantalla más. Lógicamente, lo gestionaríamos todo desde el portátil.
¿Funciona bien con cuatro pantallas al mismo tiempo? En su presentación pudimos ver el sistema con tres pantallas (la del portátil y otras dos externas) y mostrando animaciones paisajísticas hechas por ordenador, y lo cierto es que la calidad y el movimiento de las imágenes eran impecables. Por ello, nos inclinamos a pensar que con una pantalla más, los resultados también serán bastante buenos. Por cierto, como no podía ser de otra forma, ambas tarjetas son compatibles con DirectX 10.1, la última versión de la plataforma de MIcrosoft para mejorar el rendimiento gráfico en los PCs.
El tipo de usuario al que que va destinado este producto (profesionales de la edición de vídeo, jugones…) puede hacerse una idea básica de su rendimiento gracias a su puntuación en 3DMark06. Hablamos de un programa que sirve para medir la capacidad de renderizado de una tarjeta grafica, y que dentro de la industria supone todo test que conviene superar con buena nota. Pues bien, la puntuación de la tarjeta gráfica del portátil es un escueto 1400. Pero al conectarle la caja de sobremesa, la puntuación sube a 8000.
A esto es a lo que se refiere Fujitsu-Siemens cuando afirma que las prestaciones gráficas del sistema son «hasta un 470% más que otros dispositivos». Por supuesto, no en comparación con equipos profesionales de gama alta (que consiguen puntuaciones similares), pero sí respecto a la clásica tarjeta integrada que muchos usuarios de a pie tienen en su portátil. De ahí que, en primer lugar, este Amilo GraphicBooster pueda resultarle interesante a los aficionados al videojuego.
Para que podáis ver una muestra, en engadget hemos encontrado el vídeo que podéis ver debajo. Es el Amilo GraphicBooster mostrando en un monitor externo la escena de introducción de uno de los videojeugos más potentes hasta la fecha: Crysis. Y la calidad salta a la vista.
Lástima que el vídeo termine justo cuando comienza la acción del juego, que es cuando la gráfica muestra realmente de lo que es capaz (no es lo mismo reproducir un vídeo precargado que andar calculándolo todo en tiempo real). Por ello, como decíamos antes, el problema está en que sólo podemos usar el sistema con un portátil en concreto. ¿Mejoraría aún más su potencial en una máquina con procesador de Intel y tarjeta de Nvidia? Seguramente, sí.
Pero en ese caso, seguramente no tendríamos un sistema de precio tan contenido. Para los profesionales de la edición, este sistema no es único en su clase, pero sí es más asequible en comparación con lo habitual en estaciones de trabajo y otras soluciones profesionales. Realmente es una buena opción para tener preparado en casa todo un sistema de monitores pensados distintas tareas, y al que sólo haya que conectarle el mismo portátil que solemos sacar de paseo en nuestros desplazamientos.
Para el futuro, Fujitsu-Siemens tiene pensado lanzar más portátiles compatibles con el sistema, así como próximas versiones de la caja en las que sea más fácil realizar una actualización de la tarjeta gráfica. A la hora de trabajar con portátiles de otras firmas, lo más probable es que éstas tengan que adoptar el mismo puerto compatible que incluye el Amilo Sa 3560.
