En algunas tiendas virtuales de música, ya sean para descargar canciones al móvil o al ordenador, comprar desde España puede salir más caro que en otros países europeos. Son sólo algunos céntimos de euro más, pero si se suman todas las descargas el margen de beneficios llega a ser bastante amplio en comparación con otros países como Italia o Alemania. Pues bien, la Unión Europea va a investigar el asunto para ver cuál es el motivo de este agravio comparativo para los consumidores españoles.
La comisaria europea de Protección al Consumidor, Meglena Kuneva, afirma que «puede tratarse de un abuso de la legislación de competencia». Y es que, además del mayor precio, algunas de estas tiendas no permiten al usuario acceder a las versiones de otros países, donde las canciones llegan a costar unos 50 céntimos menos. Y esto no tiene sentido en un mercado teóricamente común y sin barreras como el europeo.
«Si eres un consumidor y estás en España, deberías poder bajarte música de páginas del Reino Unido», afirmó Kuneva durante una reciente visita a Madrid. Este tipo de restricciones de acceso por país van a ser estudiadas con los organismos que se encargan de vigilar este mercado en los distintos países de la Unión. En España, hablamos de organismos como la CMT o la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, presidida por Francisco Ros.
Ya veremos qué conclusiones sacan sobre las restricciones y la diferencia de precios. Sobre esta última, la propia Kuneva afirmó cuál podría ser el origen de la situación. «El problema es que las sociedades gestoras de derechos de autor están ubicadas en países concretos», afirma la comisaria. Según el diario Público, los impuestos añadidos a las canciones descargadas en materia de derechos de autor, destinados a organizaciones privadas como la SGAE, son sensiblemente superiores a los del resto de la Unión Europea.
Si es así, convendría tomar cartas en el asunto en pos de la supuesta libertad de comercio dentro de los países que forman la Unión. Porque una cosa es que cada país tenga su precio y otra es que se bloquee la entrada a las tiendas de otro país.
Vía: Público.es
eso eso, que le pregunten a la SGAE porqué.