Es la Egg Light, una lámpara que podría ganarse el premio a «la más curiosa del año». Ha sido diseñada por un chico ucraniano llamado Igor Pinigin utilizando huevos (de mentira, claro) para dar con un complemento decorativo realmente innovador. Pinigin ha utilizado una representación de las clásicas cajas de huevos como soporte. Dentro, una decena esperan colocados en su correspondiente ranura, dispuestos a iluminar de forma original cualquier rincón de nuestro hogar.
En el interior de cada huevo semitransparente encontraremos una luz LED blanca, que contrasta significativamente con una habitación a oscuras. A pesar de que muchos ya querrían tenerla en su casa, el proyecto todavía se encuentra en el escritorio de Pinigin, a la espera de que algún inversor se atreva a lanzarla al mercadillo de la lámpara. Mientras tanto, podéis ir mirando esta otra lámpara-huevo, aunque puede saliros por un ojo de la cara.
Pero Pinigin no se queda corto. En su página de proyectos, también nos ha deleitado con otra lámpara llamada Anemona, capaz de girar y sostenerse sobre su propia base, gracias a las bolas de cristal que lleva en su interior. Para que luego digan que todo está inventado.
Vía: Gizmodo