Optimizar el tamaño de los coches que circulan por trayectos urbanos es una de las soluciones al problema del tráfico que proponen los fabricantes. En este caso nos encontramos con un prototipo conceptual perteneciente al diseñador ruso Anatoly Shikhov. Sin lugar a dudas, este Capca es el automóvil reducido a la mínima expresión para adaptarse a las necesidades de las grandes ciudades.
Se trata de un vehículo de sólo dos plazas, con apenas dos metros de largo por metro y medio de ancho y alto. A la cabina se accede elevando la luneta delantera, que abarca toda la parte frontal del coche y la totalidad del techo. Dicho cristal actua como panel para extraer la energía de los rayos solares. Además, está equipado con sensores y cámaras como en los coches de lujo de Nissan, al margen de de sistemas automáticos de navegación y aparcamiento. Y por si fuera poco, emite oxígeno mientras está aparcado.
El sistema de tracción consiste en unos motores eléctricos ubicados directamente en las ruedas. Con ellos puede alcanzar una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora. La batería permite cubrir distancias de 180 kilómetros aproximadamente, y tardaría en recargarse unas 10 horas bajo una intensidad normal de luz solar. Cuando está parado, las ruedas traseras se juntan para facilitar el estacionamiento.
Por desgracia para Shikhov, su idea no fue aceptada para el Peugeot Design Contest 2008, el concurso de diseño organizado por la compañía automovilística en el que se recogían propuestas para el coche del mañana. Aunque el Capca proporciona considerables ventajas reduciendo el espacio necesario para el aparcamiento, la ausencia de un compartimento para transpotar equipaje o su aspecto excesivamente minimalista han podido influir en esa decisión negativa.
Vía: Tuvie