Y seguimos con nuestro repaso por las marcas olvidadas, que en alguna ocasión han sido importantes (y hasta cruciales) para la tecnología. Como decíamos hace poco, los portales fueron un concepto con el que el Internet español se enriqueció mucho. Hoy recordaremos lo que fue Ozú, y también daremos un vistazo a un grande americano. En este caso hablaremos de la famosa Geocities, para ver lo que pudo haber sido, y finalmente fue. Y es que no todos son bienvenidos en el Olimpo de Internet.
4) Ozú
Su propio nombre lo indica. Se trata de uno de los primeros portales de contenidos de corte español, que vio su luz con éxito, a principios del año 1996 con la intención de convertirse en un buscador de Internet al estilo Yahoo!. Curiosamente al poco tiempo de que naciera otro buscador muy similar, hasta en el nombre, Olé. Pero la evolución quiso que Ozú se decantara más por un portal dedicado a la gente joven, con contenidos de lo más variopintos. Desde noticias curiosas, chats, humor, juegos, mensajería instantánea y cualquier detalle relacionado con el ocio juvenil.
En el año 2001, el Grupo Vocento adquirió acciones de Ozú, en un intento de aprovechar los éxitos del famoso portal. La cosa parecía ir bien, ya que en el año 2005, se registraba de media, cifras que rondaban los dos millones de usuarios únicos. Pero tres años después los chicos de Ozú no pueden alzar demasiado la voz. Hoy por hoy, las cosas no van tan bien, y menos de un millón de personas se acercan a las páginas de Ozú para echarse unas risas, chatear o intercambiar opiniones en un foro. Un bajón considerable para el que fuera uno de los referentes en portales de ocio en nuestro país.
5) Geocities
Si hay algún portal que pueda considerarse polémico, este es Geocities. Sin duda se trata de un claro ejemplo en el que la publicidad y las ansias de poder se han encargado de destruir producto. El que fuera el primer servicio de alojamiento de webs gratuito con éxito rotundo, se convertiría más tarde en uno de los espacios más odiados por sus usuarios. Su nacimiento se remonta a finales de 1995, cuando la compañía californiana BHI, pasó a llamarse Geocities. Los servicios que ofrecían, pasaban por el alojamiento Web en decenas de barrios imaginarios, divididos por temas, que respondían a nombres como «Silicon Valley» (tecnología), «Athens» (literatura y filosofía), «Nashville» (música country) o incluso Wellesley (para todo lo relacionado con las mujeres).
En su momento de máximo auge, Geocities llegó a servir más de seis millones de páginas al mes, y en 1997 ya se posicionaba como el cuarto sitio más visitado de Internet. Pero la avaricia rompe el saco. Desde que fue comprado por Yahoo en el mismo año, Geocities quiso hacer notorias sus ansias por ganar más y más, introduciendo publicidad por todas partes. Los usuarios, cada vez más descontentos, vieron como sus páginas se inundaban de anuncios. Pero la gota que colmó el vaso fue el manifiesto que hizo Yahoo. Y es que el popular buscador, tenía la intención de hacerse con la propiedad de los contenidos que cada usuario colgaba en su Web, pasando por las imágenes y los textos.
Al darse cuenta de la pifia, Yahoo retiró esta posibilidad, aunque ya era demasiado tarde. Hoy por hoy, la cantidad de usuarios que utilizan Geocities ha descendido brutalmente, y no llega a la media de medio millón de visitas. El precio que ha tenido que pagar la compañía por este fracaso es de más de ocho millones de dólares de pérdida, además de pasar a la historia. Y no precisamente para bien. ¡Lástima de avaricia! Hoy en día, el tipo de servicio que ofrece Geocities se ha reconducido más hacia la fórmula de los blogs. Y en ese aspecto, los que triunfan son Blogger de Google y WordPress.
Foto de Metrix
