Se llama Gleen Martin, es neozelandés y seguramente piensa que ha nacido para volar. Tanto es así, que desde sus años mozos (y post-universitarios) se dedica a crear aparatitos que le impulsen hasta lo más alto. Esta vez ha presentado un propulsor al que apoda «Martin Jetpack» y que sólo es capaz de levantarse tres metros durante unos cuantos segundos. A pesar de ello y de que existan aparatos voladores de lo más atractivos y funcionales, Gleen tiene todas las esperanzas puestas en su nuevo propulsor.
Como un niño con un juguete nuevo, se presentó en la Air Aventure, un evento que se celebra en Oshkosh (Wisconsin) y que podéis apreciar en el vídeo. Ante una multitud, hizo volar el aparato a unos tres metros de altura durante 45 segundos. Al finalizar, el publico le aplaudió efusivamente. El caso es que el propulsor funciona con un motor de 200 caballos y es alimentado por gas. Con dos turbinas, Gleen asegura que su propulsor podría elevarse hasta 8.000 metros de altura por un periodo de 30 minutos.
A pesar de todo el empeño puesto en el invento, Gleen no pierde la esperanza y continúa empeñado en que el aparato vuele mucho más alto que los tres metros actuales. Tan grande es su certeza que piensa en comercializarlo a partir del año que viene al precio de 680.000 euros. Una cifra nada discreta, si tenemos en cuenta que con este propulsor, como máximo podemos pasearnos por el jardín y con la ayuda de los benevolentes familiares. Para adquirir uno de estos, hará falta un entrenamiento previo de quince horas, además de un bolsillo bien fornido. Aunque parezca increíble, Gleen ya ha recibido los primeros encargos.
Vía: Daily Mail