Muchos se preguntarán, ¿y para qué quiero yo la antorcha olímpica? Sólo los auténticos aficionados lo saben. Hay quien la querrá poner en el recibidor. Otros quizá se la lleven de trofeo en la sesión de footing del domingo. Cada uno que haga lo que quiera. El caso es que la réplica de la antorcha olímpica ya está disponible en la tienda oficial de Pekín 2008, para todo aquél que quiera hacerse con ella y esté dispuesto a desembolsar una parte de sus ahorros.
La réplica en cuestión está hecha del acero sobrante en la construcción del que llaman «Nido de pájaros», o lo que sería lo mismo, el estadio olímpico de Pekín. Pesa casi tres kilos y mide 29 centímetros de alto, número simbólico, ya que en la era moderna, éstas son las Olimpiadas número 29. La base de cristal en la que se sustenta lleva grabado el recorrido que hizo la antorcha por todo el mundo, antes de llegar a la ciudad de Pekín.
Los que estén decididos a comprarla, recibirán en su casa la antorcha dentro de un estuche de madera, recubierto con seda brocada. Al tratarse de un producto oficial avalado por el Comité Olímpico Internacional, también se incluye en la caja un certificado de autenticidad. Todo esto al precio de 340 euros, un mal número para empezar la cuesta de septiembre con alegría. Eso sí, nos apostamos un par de euros a que seguro que ya hay más de una imitación en los mercados chinos, no muy lejos de donde se celebran las Olimpiadas.
Vía: OhGizmo!
