A todo vapor, como las antiguas locomotoras de tren. Así viaja este coche, con un motor que funciona gracias al vapor. Pero que puede llegar a superar los 300 km/h. Nada que ver con los trenes de madera. El equipo de ingenieros British Steam Car Team ha ideado este coche de alto rendimiento llamado Inspiration.
En este caso, no vale asociar el vapor a la lentitud, ya que en el ingenio no está reñido con la alta tecnología. Con ocho años de investigación a cuestas, el equipo de Steam Car tiene este verano el reto de conseguir un nuevo récord mundial.
El objetivo es alcanzar una velocidad máxima de 322 km/h. La prueba definitiva para el coche a vapor será a finales de agosto en Bonneville Salt Flats, un circuito situado en Estados Unidos, dónde tendrá que demostrar su cometido.
Este aspirante a récord mundial lleva una turbina de vapor de dos etapas y cuatro calderas con gas licuado, que actúan como fuente de alimentación. Toda esta energía hace que las ruedas funcionen a 3.000 rpm, con lo el equipo probablemente se encuentre muy cerca de llegar a la meta propuesta. El último en conseguirlo fue Fred Marriot con el Stanley, coche a vapor que alcanzó los 205 km/h. Un listón ciertamente alto.
Vía: Techeblog