Para los melómanos ortodoxos este robot clarinetista no es más que un intruso sin capacidad para sentir la música. A pesar de lo dicho, este chisme ha ganado el primer premio del concurso de robots intérpretes que organiza la Artemisia Association. Y lo ha hecho interpretando el conocido «Vuelo del moscardón» de Rimski-Korsakov. Este nuevo músico robótico es obra de NICTA en colaboración con un equipo de investigación de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia.
El robot funciona a través de un ordenador con el sistema operativo Linux y mediante un entramado de cables controla la partitura, el soplido y las teclas. Con su actuación, el bicho salvó con buen resultado una pieza musical que exige a cualquier intérprete una velocidad de vértigo a la hora de tocar.
Aunque el jurado determinó que los robots están muy lejos de llegar a la calidad de la ejecución humana, el clarinetista se llevó el primer premio. El segundo y el tercero, fueron otorgados a un robot-guitarra holandés y un robot-piano finés, respectivamente.
Para los que no se fían de los melómanos ortodoxos ni de los jurados humanos, aquí queda un vídeo del robot intérprete.
http://dvice.com/archives/2008/06/robot_clarineti.php
Vía: BoingBoing