Si nos preguntasen por cuál es el componente imprescindible que debe tener un teclado, responderíamos sin dudarlo que sus teclas. Sin embargo, el diseñador Kong Fanwen pretende poner patas arriba nuestro tradicional concepto de este periférico con No-key, un teclado que, efectivamente, carece de teclas. Estos creativos nunca dejarán de sorprendernos con sus atrevidas ideas.
En teoría consistiría en una lámina de cristal completamente lisa, en la cual la zona correspondiente a cada tecla estaría delimitada por líneas pintadas sobre su superficie. Por supuesto, sin relieve alguno, lo que seguro despistaría a quienes estamos acostumbrados a los teclados de siempre. Utilizando una cámara y la tecnología de detección de movimiento, el accesorio podría detectar qué es lo que estamos tecleando en cada instante.
Para evitar que escribir en la oscuridad sea una tarea imposible, el No-key también incorporaría un sistema de retroiluminación. Al caer la noche, los bordes que señalan cada tecla se iluminarían, indicando al usuario dónde se encuentran las letras. Además de útil, esta función produciría un efecto muy atractivo en nuestra habitación a oscuras.
Por si no fuera suficiente, el teclado es completamente resistente al agua, al igual que los teclados sumergibles de Seal Shield. Por lo que se deduce de las imágenes hasta se podría limpiar en el lavavajillas junto a los platos y los vasos. La cuestión es que, si carece de los pequeños huecos entre tecla y tecla (donde se acumula el polvo y las cenizas del tabaco), tampoco parece que sea necesario un lavado tan a fondo.
Todavía es un prototipo conceptual, más cerca de pasar como una mera idea que de llegar a ser fabricado. Aún así, los diseñadores de Art Lebedev (los creadores del teclado Optimus Maximus) podrían tomar buena nota de las ideas del No-key para seguir sorprendiendo a propios y extraños con sus insólitos accesorios.
Vía: Engadget
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