Todo se puede reinventar y mejorar. Incluso los semáforos. Los viejos modelos amarillos de Nueva York son reconvertidos en sillas, y ahora el diseñador Hanyoung Lee ha pensado en una barrera virtual para proyectar con rayos láser imágenes de peatones cruzando la calle. El color de las figuras iría cambiando según el código naranja-rojo-verde de toda la vida (eso sí, aunque el color naranja significa «parar si la distancia lo permite», muchos conductores lo interpretan como «pisar a fondo antes de que se ponga en rojo»).
Puede parecer un lujo futurista, pero el sistema podría aprovecharse para equilibrar la balanza entre peatones y conductores. Seamos realistas: los semáforos para peatones tienen ya avisos sonoros, cronómetros de cuenta atrás e incluso muñequitos que se ponen a correr cuando queda poco tiempo (que tiene guasa).
Este sistema podría evitar el comportamiento del típico conductor desconsiderado que mete medio morro de su coche en el paso de cebra para que cruces rápido.
Sobre todo, si se aprovechase el láser como sensor, conectando el semáforo a una cámara que disparase fotos para registrar la matrícula del coche infractor y ponerle una multa al canto.
Un poquito de igualdad, por favor.
Vía: Yanko Design