Hay inventos reciclados que seducen. Por ejemplo, las lámparas hechas con guitarras o con piezas de motos Vespa. Ahora traemos otro más: se trata de la silla Walk-Don´t Walk. Un mueble especial para los amantes de la ciudad de Nueva York. Y es que estas sillas están hechas con los auténticos semáforos amarillos para peatones de la gran manzana (esperemos que no sean robados, sino deshechados o comprados al ayuntamiento).
Podemos encargarla conservando el deterioro sufrido por la pintura o completamente restaurada, y viene con un mando a distancia con el que cambiamos de una señal a otra. Para iluminar los dos carteles, se usan bombillas convencionales, por lo que podemos cambiarlas si se funden sin mayores complicaciones.
Lo malo es que tardan entre tres y cuatro meses en adaptarlas a nuestro gusto y enviarlas, y cada una cuesta 3700 dólares, unos 2370 euros al cambio actual (sin incluir gastos de envío). Además, como sillas propiamente dichas no es que sirvan para mucho, porque sentarse sobre una capa de una pulgada de resina transparente no debe ser precísamente cómodo. Pero si quieres un mueble único y te sobra el dinero, alla tú.
Vía: coolest-gadgets
Foto: Holster