Para Bill Bramanti la cerveza no es sólo su estilo de vida. También quiere que sea la bandera que le acompañe en su muerte. Este ciudadano de Illinois encargó a una funeraria personalizar su ataúd estampando en él el anagrama de su marca cervecera favorita, la variedad Blue Ribbon de Pabst. Curiosa forma de rendir homenaje a esta bebida en un sarcófago que mide casi 2 metros de alto y pesa 127 kilogramos.
No obstante, el amigo Bill no es ningún cenizo obsesionado con el fin de sus días. Mientras que llega su temida hora ha decidido acondicionarlo como frigorífico para enfriar las latas de su preciado brebaje. No sabemos muy bien la impresión que le dará a sus amigos ir a buscar unas cervezas y encontrarse de bruces con un féretro, así que no estaría mal que se hiciese con un robot cervecero para ahorrarse muchas explicaciones.
De todos modos se ve que tampoco le importa demasiado lo que piensen los demás. Para celebrarlo ya ha organizado alguna que otra fiesta en la que ha podido estrenar su singular nevera con sus colegas. Bramanti, de 67 años, ha decorado así el refrigerador por iniciativa propia, pero quién sabe si no ha abierto la veda de la publicidad en formatos macabros. Por nuestra parte preferimos que siga disfrutando en vida de su frigorífico y de sus cervezas durante muchos años, siempre respetando el consumo responsable.
Vía: Bornrich. Foto de la lata por Thomas Hawk
Que tal eh???