Si no sabes dónde diablos guardar tu vieja colección de discos, películas y libros, podrías probar con esa caja acústica estropeada que lleva años cogiendo polvo en el desván. Eso es precísamente lo que piensan en Good Rubbish, un curioso blog donde se dedican a convertir equipos de sonido en armarios, y luego explican cómo hacerlo paso a paso.
Bajo nuestro punto de vista, el modelo que encabeza este artículo es el más conseguido. Pero como para gustos colores, también se han preocupado por crear uno en versión baúl. No es tan vistoso como otros inventos que juegan al engaño, como la Lightspeaker Lamp, pero tiene dos grandes ventajas: te lo puedes fabricar tú mismo y a nadie se le ocurrirá mirar dentro para descubrir que tienes escondidos los capítulos de Verano Azul.
Vía: bornrich