Las diez cosas que pediremos al coche en el 2020

¿Alguien se acuerda de aquello de que en el año 2000 los coches iban a volar?. Pues ésta era una de las cosas que todos dábamos por sentado. Sin embargo, no tenemos nada parecido a aquel coche fantástico que conducí­a Michael Night (y eso lo vemos claramente en la nueva versión de esta serie) y tampoco se pueden transportar en el tiempo como el de Regreso al futuro . Lo más parecido es este prototipo llamado Caroline, que se conduce solo o éste que es capaz de ir bajo el agua y que ya se vende. ¿Qué nos gustarí­a entoces que hiciesen los coches del futuro? pues, por ejemplo, todo esto:

• Que se conduzcan solos: es algo que hace el prototipo del que hablamos más arriba aunque con algún que otro defecto. Según el vicepresidente de GM, su compañí­a podrí­a tener la tecnologí­a necesaria lista en el 2015 y comenzar a vender coches que incorporen estos sistemas en el 2018.

• Que se aparquen solos: ésto es algo que ya incorporan algunos modelos, como el Volkswagen Touran, del cual pudimos ver el anuncio en televisión. Debido a ciertas restricciones legales, los vehí­culos de ésta y otras marcas con sistemas similares, en nuestro paí­s no efectúan toda la maniobra sólos y en todos ellos todaví­a hay que accionar la palanca del cambio y los pedales de freno y acelerador.

• Que tengan ruedas giratorias para facilitar el aparcamiento: el prototipo Nissan Pivo presentado en el reciente Salón de Detroit incorpora este novedoso sistema que pronto podrí­a estar en nuestros mercados.

• Pantallas con información para no apartar la vista de la carretera: marcas de prestigio como BMW ya incorporan en sus vehí­culos de alta gama, sistemas de proyección de información sobre el parabrisas.

• Sistemas antirrobo más eficaces: y no sólo que impidan el robo del vehí­culo, sinó su posterior localización e inutilización a distancia.

• Evitar los combustibles fósiles: es una realidad que este tipo de combustibles tienen un tiempo de vida relativamente corto en cuanto a existencias y las marcas están ahora más que nunca buscando soluciones de propulsión alternativas. Se barajaron varias, entre ellas el hidrógeno o la solar, pero de momento los que proliferan son los motores eléctricos o hí­bridos.

• Que los vehí­culos reconozcan a sus ocupantes y se adapten a sus preferencias: hasta ahora este tipo de sistemas se limitan al control de algunos sistemas como la radio, navegador, etc. mediante comandos de voz o a almacenar en la memoria la posición del asiento reconociendo al conductor por la llave que usa o pulsando una tecla que lo identique. Hitachi ha desarrollado un sistema de reconocimiento por la configuración de las venas de los dedos, que es única en el mundo para cada persona y que ya se aplica en otros campos.

• Más información para el conductor: a parte de poder ver la velocidad a la que circulamos, consumo de combustible, etc., podrí­amos conocer el estado del asfalto o los posibles peligros a los que nos acercamos. Algunos coches de gama alta incorporan sistemas que detectan objetos y adecúan la velocidad incluso llegando a parar o preparan todos los sistemas en caso de algún posible impacto, como es el caso de algún modelo de Honda. Otros incorporan cámaras para evitar los llamado puntos muertos como Volvo.

• Coches más inteligentes para salvarnos de nosotros mismos: si los coches pudiesen conocer el estado de sus conductores, podrí­an parar ellos mismos a un lado de la carretera en caso de que el conductor se encontrase cansado o incluso que no lo dejase conducir si presentase estados de embriaguez o consumo de drogas.

• Coches que no permitan conducir si no hay seguridad total y señalización correta. Hay elementos básicos que mejoran la seguridad en la conducción. Otro punto importante es la señalización. Hace unos años, un tal Dave Barry sugirió que si la luz intermitente izquierda se enciende y está encendida durante un largo perí­odo de tiempo, el coche debe girar en esa dirección. No se trata de imponer esa locura, pero sí­ mejorar los sistemas para evitar que se produzcan esas señales incorrectas que despistan a otros conductores y provocan accidentes.

A pesar de que todaví­a queda mucho camino por recorrer, es innegable que los avances en prestaciones, diseño, seguridad y confort han sido increí­bles y cada vez mucho más rápidos. En cuanto a la idea con la que comenzábamos de los coches voladores… si circulando por tierra hay tal cantidad de accidentes, ¿que pasarí­a si los coches volasen?

Ví­a: dvice. Fotos: trp0.