Porno en el móvil, todo un negocio en Europa

535,5 millones de euros. Esa fue la cantidad de dinero que movió en Europa durante 2007 el negocio del porno en el móvil. Navegar por Internet o ver la TV desde el teléfono son prácticas que no terminan de arrancar. Pero si hablamos de ver en acción a Jenna Jameson, Tera Patrick o Nacho Vidal en la pequeña pantalla de nuestro terminal, la cosa cambia sustancialmente. Tanto es así­ que, para 2010, se prevé un volumen mundial de negocio de más de 2.400 millones de euros.

Y eso que, según la consultora responsable de estos datos Juniper Research, todaví­a queda margen por explotar en este mercado del porno en el móvil. En concreto, hay una zona geográfica donde este negocio «apenas» generó 18 millones de euros el año pasado. Hablamos de Estados Unidos. Allí­ el fuerte peso de la religión ha influido para que las operadoras pongan más trabas a los contenidos eróticos en el teléfono.

Sin embargo, no hay que olvidar la «doble moral» de este paí­s norteamericano. A pesar de las fuertes crí­ticas a la pornografí­a de partidos polí­ticos y organizaciones como la Iglesia Católica, Estados Unidos es el centro mundial de la industria del porno. Y llevar estos contenidos al móvil es un fenómeno «imposible de parar», en palabras de Gregory Piccioneli, abogado especialista en leyes sobre contenidos para adultos.

Ante la caí­da de las ventas del DVD, la industria pornográfica busca nuevas formas de mantener sus ingresos. Y éstas son básicamente dos: Internet, donde el porno manda, y el teléfono móvil. Piccioneli afirma que pronto se ofrecerán servicios de porno en el móvil a los estadounidenses, tanto en modalidades gratuitas como de suscripción. Mientras tanto, parece que las operadoras comienzan a abrir sus puertas a los ví­deos eróticos.

Verizon, la segunda operadora con más clientes en Estados Unidos, ya ha manifestado su intención de permitir que sus abonados usen las aplicaciones que más les plazca en su móvil, sin imponerles ninguna penalización. En otras palabras, no se dificultarí­a el tráfico entre un teléfono móvil y aquellos servicios y páginas web que ofrecen ví­deos pornográficos. Es muy probable, que al final, la indusria telefónica acabe cayendo bajos los «influjos de la carne».

Una industria que, por cierto, se reune la próxima semana en Barcelona con motivo del Mobile World Congress. No sabemos si por allí­ se dejarán caer representantes de la industria del porno para avanzar las negociaciones. Pero el que sí­ estará seguro es nuestro compañero Chema Lapuente, como siempre dispuesto a conocer a alguna actriz contarnos las noticias más fresquitas.

Ví­a: Yahoo! News