¿Sabe cuánto cuesta un café, señor Zapatero? ¿Y usted, señor Rajoy, puede decirme cuánto gana usted al mes? Si quieres hacerle este tipo de preguntas a los candidatos de las próximas elecciones generales, no tendrás que asistir a un programa de televisión como público. Sólo necesitas una videocámara, un ordenador con conexión a Internet y una cuenta en YouTube, donde tanto TVE como Antena 3 han creado para tal efecto dos canales llamados Elecciones Generales’08 y Especial Elecciones’9M.
Una versión a la española de You Choose’08, otro canal de YouTube en el que los votantes pueden subir sus vídeos con preguntas para los distintos candidatos a las elecciones primarias en Estados Unidos. En el caso de Televisión Española, la fecha tope para subir las preguntas al portal de vídeos es el 28 de Febrero, nueve días antes de las elecciones. A partir del día 14 del mismo mes, los usuarios podrán votar los vídeos para elegir las cuestiones que formularán a los candidatos en una serie de entrevistas televisivas en directo. «Hemos querido cambiar el formato de entrevista electoral que TVE hace todos los años para que puedan participar directamente todos los ciudadanos», comenta Rosalía Lloret, directora de medios interactivos de RTVE.
La propuesta de Antena 3 es bastante similar. En este caso, la selección final de preguntas la harán los editores de los servicios informativos de la cadena, eso sí, entre las más votadas por los usuarios. Sea a través de una u otra iniciativa, es una buena ocasión para saber qué piensan nuestros políticos sobre el estado de la banda ancha española o el nuevo canon digital. O preguntarles cómo diantres es posible que nadie vigile las cuentas de la SGAE desde hace una década.
Aunque después respondan con rodeos, salgan con asuntos que no vienen al cuento o digan que los otros partidos lo hacen peor. Y aunque, si responden, en la práctica se contradigan a sí mismo. Pero por preguntar que no quede.
excelente idea, aca en Ecuador hay que implementarla, posiblemente tenga influencia en los candidatos, ya que cambiamos de presidente como si cambiaramos de prenda.