Últimamente, en cada gran evento tecnológico los chicos de Philips presentan una nueva versión de su familia Streamium. En la última IFA de Berlín estrenó el WACS7000, y estos días en el CES de Las Vegas están haciendo lo mismo con el nuevo WACS7500.
Hablamos de sistemas que nos permiten reproducir distintas músicas en varios puntos del hogar, a través de una serie de altavoces que se comunican sin cables con una unidad central dotada de reproductor de CD, disco duro, sintonizador de radio, puerto USB y conexión a nuestra red doméstica. Muy en la línea de esa estrategia de de adaptarse al usuario que destacamos hace poco al hablar de los nuevos Philips Ambisound.
El nuevo WACS7500 ofrece las mismas prestaciones que su predecesor, pero con un diseño renovado, completamente negro y más ligero (unos 9 kilos de peso). La unidad central lleva una pantalla de cristal líquido para mostrar la información de las canciones, y el disco duro tiene 80 gigas de capacidad. Incorpora dos altavoces laterales y subwoofer, con un total de 80 Vatios de potencia. Puede conectarse al PC para actualizar la lista de canciones, ya sea por cable (puerto Ethernet) como a través de una conexión Wi-Fi.
Precísamente el Wi-Fi es el medio con el que la unidad central se comunica con el resto de altavoces satélite (WAS7500), que también llevan dos altavoces laterales y subwoofer. La peculiaridad de estos sistemas de Philips es que cada satélite puede recibir un hilo musical distinto, como máximo cinco. Y sin necesidad de cablear todas las paredes del hogar, claro está. El WACS7500 llegará a Estados Unidos en Abril con un precio de 1.000 dólares, más otros 300 dólares por cada satélite WAS7500 adicional (si cambiamos lo de «dólares» por «euros», esos son precísamente los precios en España de la familia WACS7000).
En definitiva, llevar la música cómoda y rápidamente a cualquier punto de nuestra casa, sin ayuda de cables. Algo parecido a lo que pretende hacer RealNetworks, según nos contó su vicrepresidente Matt Rowlens. Y es que esta empresa pretende llevar las canciones de Rhapsody, su servicio de descarga musical, hasta varios equipos de Philips, como el NP110 que podéis ver encima y debajo de este párrafo. O a alguno de sus nuevos reproductores de vídeo portátiles de los que os hablaremos próximamente.
No es que queramos ser pesimistas respecto al futuro de dicho proyecto, pero la experiencia nos dice que las condiciones de este tipo de servicios no terminan de satisfacer al usuario. Sobre todo cuando requieren una suscripción de pago (13 dólares mensuales si queremos descargar las canciones desde un equipo fijo en casa o 15 dólares para recibirlas en cualquier punto en un reproductor portátil) y las canciones vienen con protección anticopia (DRM). Pero en fin, ya se verá.