Las comunidades virtuales pretenden simular vidas en Internet. Y hasta la última consecuencia. Lo que no imaginábamos es que cometer un «delito virtual» tuviese sus repercusiones en el mundo real. Eso es lo que le ha pasado a un joven de 17 años, al que la policía holandesa arrestó recientemente por robar «muebles virtuales» en el juego online Habbo Hotel.
En este juego los usuarios crean personajes, llamados Habbos, cuya vida se desarrolla en habitaciones de hotel. Y cada Habbo puede personalizar la decoración de su habitación comprando muebles y accesorios. La forma de pago es a través de créditos Habbo, que a su vez se obtienen pagando en el mundo real, normalmente con tarjeta de crédito, a Sulake Corporation, empresa finlandesa fundadora del juego.
El joven en cuestión, según investigó la policía, accedía ilícitamente a cuentas de otros jugadores, para sustraer los muebles de éstos y llevárselos a su habitación. Cuando alguien hace una trampa similar en este tipo de juegos, normalmente se le expulsa temporalmente o se le bloquea su cuenta de usuario. Pero claro, los muebles robados por el jugador tramposillo fueron pagados con créditos Habbo, y por tanto, con dinero real.
Ni corta ni perezosa, Sulake denunció al joven acusándole de robar muebles virtuales por un valor de 4.000 euros. Otros cuatro jugadores de 15 años, acusados de prácticas similares, fueron interrogados durante la investigación del caso. Todavía no hay una sentencia judicial al respecto, pero seguro que los cinco acusados se han llevado un buen rapapolvo por parte de sus progenitores. Si les imponen una multa económica, ¿podrán pagarla con créditos Habbo? ¿Les obligarán a hacer un curso de reintegración en la sociedad virtual?
Vía: elmundo.es