El arco iris es un fenómeno natural que merece la pena fotografiar. Muchos lo intentan, pero el resultado a menudo es pobre, poco nítido o el objetivo queda excesivamente lejano. Si te animas tú a intentarlo, ten en cuenta estos consejos que te ofrecemos. En primer lugar, hay que encontrar un arco iris. Podemos probar en sitios donde hay masas de agua en movimiento de caída o subida, como una cascada o incluso el aspersor del jardín.
Pero los arco iris por excelencia son los que surcan el cielo de un lado a otro. Para estos casos, no nos queda otra que esperar a las condiciones atmosféricas ideales: agua y luz solar, a ser posible intensa y brillante. Estate atento a la información metereológica, y cuando haya parte de tormenta, sal durante el día a la caza del arco iris.
Una vez localizado, tenemos que jugar con el punto de vista. Para que los colores del arco se vean mejor, lo ideal es que atraviese un fondo de colores oscuros que haga de pantalla, como nubes de tormenta, paredes de montaña o un cielo plomizo. Esto no puedes controlarlo a tu antojo (si pudieses, serías un meteorólogo de éxito), pero tienes piernas para moverte y tratar de remediarlo en la manera de lo posible.
También conviene tener un equipamiento acorde para tu cámara. Con un filtro poralizador podemos oscurecer el azul del cielo, pero usándolo moderadamente para que el propio filtro no haga desaparecer al arco iris de la foto. Tampoco viene mal un trípode, para mantener la cámara fija en todo momento, ya que usaremos velocidades de obturación lentas, es decir, el sensor de la cámara tendrá que recibir luz durante buen tiempo, de al menos 1/6o segundos.
Lo mejor es usar aperturas pequeñas. Es decir, cerrar el diafragma (al menos hasta f4) para que la luz pase por un agujero más pequeño y el enfoque sea lo más amplio posible (en un lenguaje más técnico, conseguimos mayor produndidad de campo). Pero tanto si tienes a tu disposición estos equipamientos como si no, es importante cómo compongas la imagen.
Puedes seguir la regla de los tercios, evitando líneas que corten la imagen justo por la mitad (ya sea vertical u horizontalmente). Busca en la línea del horizonte el punto en el que el arco iris «se apoya» en el suelo y aléjalo del centro de la imagen. Tampoco te cortes al usar el zoom (siempre que sea óptico) para cortar el arcoiris si es necesario. Y si das con la suerte de encontrate con un arco iris doble, aprovéchalo también.
En cualquier caso, si todo esto te sale mal, siempre puedes crear tú mismo el arco iris con Photoshop.
Vía: digital Photography School
Para conseguir mayor profundidad de campo debemos cerrar el diafragma tal como dice el artículo, pero se equivoca con el valor de la f. Un valor de f4 es un diafragma relativamente abierto en un tele normal, tenemos que aumentar el número f para cerrar el diafragma.
A mayor número f más cerrado está el diafragma y más profundidad de campo obtenemos.
Saludos PerroVerd.
Al poner f4 nuestra intención no era dar el valor ideal, sino el mínimo valor para el diafragma con el que conviene trabajar. Digamos que sería el punto de partida, para luego ir probando con diafragmas más cerrados (subiendo el valor f, como bien indicas) y ver qué resultados vamos obteniendo.
En cualquier caso, agradecemos la puntualización, ya que somos conscientes de que en temas fotográficos cualquier imprecisión en la redacción puede llevar a equívocos.
Un saludo