Si eres de los que imprimen en papel las fotos de tu cámara digital, habrás hecho alguna vez el ritual de pasarlas al ordenador, retocarlas con algún programa como Photoshop y, al final, imprimirlas. Todo eso ahora se puede hacer sin encender el ordenador.
Esto es lo que ofrecen, aproximadamente, las últimas impresoras fotográficas de HP. En concreto, los modelos HP Photosmart A826 y A626, que Hewlett Packard acaba de presentar en el mercado español.
En las dos impresoras podemos introducir directamente la tarjeta de memoria de la cámara, para ver las fotos en una pantalla táctil a color. Usando un lápiz óptico (o el dedo, ya que estos cacharritos son fáciles de perder) podemos hacer algunos retoques artísticos, añadir rótulos, corregir los ojos rojos e incluso adelgazar figuras, por si le has pillado a tu suegra el «perfil malo» y no quieres que se enfade contigo.
Tienen 64 megas de memoria interna e invierten entre 1 y 2 minutos en imprimir cada foto, con una resolución de hasta 1200 puntos por pulgada (o incluso 4800 x 1200 si decides volcar las fotos desde el ordenador a través del puerto USB).
Además, llevan una bandeja interna con capacidad para 100 fotos y se pueden imprimir en tres tamaños: el convencional 10 x 15 cm y otros dos más grandes: 13 x 18 y 10 x 30 cm.
La A826 cuesta 250 euros, mide 27,5 x 26,3 x 24,4 centímetros y pesa 2,63 kilos. Lleva una pantalla de 7 pulgadas y también acepta fotos por Bluetooth.
El modelo A626 tiene una pantalla más pequeña (4,7 pulgadas) y necesita un módulo adicional para trabajar con Bluetooth, pero es más fácil de transportar: mide 25,2 x 11,7 x 13,2 cm, pesa 1,52 kilos y viene en formato maletín, con asa y todo. Su precio es de 180 euros.
En definitiva, dos buenas opciones para imprimir rápida y eficazmente nuestras fotos en casa.