Si la película «La Cabina» estuviera ambientada en el 2007, puede que el protagonista no lo pasase tan mal. Básicamente, porque hubiera tenido más formas de matar el tiempo. Por ejemplo, descargándose un nuevo juego para el teléfono móvil. Aunque no nos imaginamos a José Luis López Vázquez jugando a los marcianitos o al Tetris, la verdad.
Esta es una de las posibilidades que ofrecen las nuevas cabinas que está instalando Telefónica en algunas ciudades españolas. Tienen una pantalla mucho más grande que las de sus predecesoras, para mostrar imágenes fijas o en movimiento. No tenemos las medidas exactas, pero basta con mirar la foto para darse cuenta de que han ampliado el visor de información.
Gracias a eso y al nuevo teclado, inspirado en el de los teléfonos móviles, podremos recargar el saldo del móvil, comprar tarjetas de tráfico internacional o de minutos Wi-Fi, descargar música para el móvil e incluso hacer donaciones a ONGs.
La firma alemana Siemens es la responsable de estos teléfonos con teclas alfanuméricas, de función y cursores de dirección. La programación de los menús corre a cargo de Telefónica I+D y la instalación de los «terminales multiservicio» comenzó a principios de año. Hoy tenemos operativos unos 1.600 en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga y Palma de Mallorca, principalmente en aeropuertos, estaciones y centros comerciales o sanitarios.
El objetivo de Teléfonica pasa por instalar unos 10.000 teléfonos, sustituyendo la quinta parte de la «flota» de cabinas públicas. Para ello han aprobado una inversión de 6 millones de euros. Mucha tecnología y mucho presupuesto. Vale. Pero estas nuevas cabinas siguen sin aceptar las monedas de 1 céntimo y, cómo no, siguen quedándose con el cambio. En esto, como en otras cosas, Telefónica no avanza o, mejor dicho, no quiere avanzar. Por otra parte, con esto de los móviles la cosa de las cabinas está en sus horas bajas.
Sólo tienes que responder una pregunta: ¿cuándo fue la última vez que usaste una cabina?
Vía: elmundo
ESPEREMOS QUE NOS SORPRENDAN ESTAS CABINAS DEL FUTURO, SOLAMENTE ESPERMOS QUE NO SEAN DE TELEFONICA