“Vamos a destrozar mi casa”. Eso decía Rachael Bell, una joven inglesa de 17 años, en su página personal de MySpace. Los que leyeron el mensaje se lo tomaron muy a pecho, y la casa acabó con destrozos por un valor de 30.000 euros.
La joven aprovechó que sus padres estaban fuera y, a lo American Pie, convocó a 60 amigos y un par de dj´s para animar el cotarro en su casa de Durham. En la página había mensajes que prometían sexo y alcohol. Sobre lo primero no podemos pronunciarnos, pero parece ser que alcohol hubo para dar y regalar.
A las 4 de la mañana siete coches de policía fueron a la casa para disolver la fiesta. Cuando entraron, el panorama era desolador: vómitos, orines, pintadas y cientos de objetos personales destrozados.
La joven ha acusado a algunos de sus amigos de suplantar su identidad al escribir varios mensajes en MySpace. Lo que iba a ser “una fiesta con pocos amigos acabó convirtiéndose en pesadilla”. Dice que la convocatoria superó todas las expectativas, y se encontró en un “callejón sin salida” debido a la cantidad de gente que no paraba de llegar a la casa.
No hay datos definitivos, pero la policía calcula que en la casa se llegaron a congregar entre 200 y 300 personas. De hecho, hasta se fletaron autobuses para acudir al evento. Eso sí que es un flashmob bien organizado, y lo demás son tonterías.
Es lo que tiene Internet. Que pone la información al alcance de todo el mundo. Pero, precisamente por eso, debemos tener cuidado con lo que se publica. No vaya a ser que la información llegue a oídos de extraños. Sobre todo, si se trata de una invitación a una fiesta tan demoledora.
Según The Guardian (el artículo está en inglés), los padres de la chica están intentando que se detenga y juzgue a todos los que causaron destrozos en la fiesta. Y parece que han perdonado a la hija. Pero seguro que le han dejado sin paga.
Vía: elmundo.es