Esta es una prueba evidente de que existen mostrencos que superan todo lo que nuestra imaginación pudo imaginar. Mostrencos que, además de ser unos machistas irrespetuosos, se muestran como unos auténticos cachondos mentales. No sé si proponer que metan en la carcel al chaval de la pintada u organizar una ONG para que le admita Buenafuente en su programa como guionista, pero de cualquier forma, la cosa me ha hecho pasar unos minutos de risa incontrolada. Y, por favor, que no se ofendan las chicas del barrio madrileño de Villaverde. El que lo ha escrito sólo quería demostrar sus habilidades como artista con el spray de pintura.
Lo siento, pero este post no tiene enlaces. Me lo ha mandado mi hermano por correo electrónico