El gigante coreano sigue en muy buena forma y ese se traduce en unos resultados financieros a la alza. A pesar de que los resultados de los dos años anteriores no eran precisamente lo que se esperaba, en este primer cuarto de 2016 Samsung ha presentado unos resultados muy positivos. Claramente este balance se debe a que las ventas de sus esperados buques insignia, el Samsung Galaxy S7 y el Samsung Galaxy S7 Edge, han tenido los resultados que se esperaban. Estos dos teléfonos han sido piezas clave en estos resultados positivos ya que sus ventas se han disparado desde su salida al mercado. El motivo de este éxito de ventas radica en la mejora del terminal frente a su antecesor, especialmente en la posibilidad de ampliar la memoria interna mediante tarjeta microUSB, en la resistencia al agua y en la mejora del rendimiento de la batería.
La compañía ha mostrado un beneficio cuyo crecimiento ha alcanzado un 12 por ciento más que el obtenido en el mismo periodo del año pasado con 5.840 millones. Los ingresos fueron 43.460 millones con lo cual hablamos de un crecimiento de un 5,7 por ciento anual.
Uno de los factores condicionantes que han disparado este crecimiento en el principio de año ha sido la decisión por parte de Samsung de adelantar la salida de los Galaxy S7, adelantándose así a Apple, que como supimos hace pocos días, que ha sufrido un retroceso en su crecimiento por primera vez en trece años. La suma de todos estos factores ha motivado a la firma coreana a lanzar nuevos modelos de sus series A y J, como el recién estrenado Samsung Galaxy J5.
A pesar de que Samsung no suele informar con datos de las ventas e ingresos, podemos obtener estos a datos a través de consultores financieros como por ejemplo IDC que nos asegura que las ventas de teléfonos de la compañía alcanzan los 81,6 millones de unidades entre los meses de enero y marzo.
De cara al segundo trimestre, la compañía afirma y recogemos textualmente que «espera dar continuidad a los buenos resultados con ganancias constantes en los negocios de telefonía móvil y semiconductores, además de los avances en electrónica de consumo y paneles de visualización», tal y como reza el comunicado ofrecido a los medios. Añade además que en lo que a los teléfonos móviles respecta, sus pretensiones son «mantener unos sólidos beneficios mediante la expansión de las ventas del Galaxy S7 y una alta rentabilidad de los productos de gamas media y baja». Pero no sólo de teléfonos vive Samsung, y es que también han contribuido a este crecimiento el hecho de que mantengan en constante actualización el catálogo de gama baja-media. Además, Samsung sigue en auge con la demanda por los paneles OLED ya que cada vez son más compañías las que apuestan por este tipo de pantallas para sus terminales de gama media.
