Sony

El mercado de la telefoní­a móvil inteligente está en agitación continua. Mientras que hoy conocí­amos la noticia de que Samsung se habí­a apuntado unas ganancias del 12 % gracias al lanzamiento de los Samsung Galaxy S7 y Samsung Galaxy S7 Edge, Sony, por su lado, se posicionaba en el polo contrario. Y es que tras presentar los resultados del último trimestre, la compañí­a nipona ha desvelado una caí­da de hasta el 20 % en su división de telefoní­a inteligente. La culpa la tiene el retroceso en las ventas de sus smartphones, que se habrí­a materializado en una pérdida operativa de 483 millones de euros. La cifra ha superado con un 57,4 % las predicciones que la compañí­a hizo hace tan solo un año, con lo cual no estamos ante una buena noticia. Esto ha repercutido en una pérdida de ingresos importante. Sony lo achaca al cambio de estrategia que habí­a planteado internamente para mejorar su rentabilidad.

Las pérdidas no han sido tan significativas como en anteriores años, pero lo cierto es que los expertos no tienen demasiado claro cuál es la fórmula que quiere aplicar Sony para hacer que este segmento sea verdaderamente rentable. Por su parte, Kenichiro Yoshida, CEO de Sony, ha explicado que son conscientes de que se ha entrado en una época en la que el crecimiento se ha ralentizado, aunque existen posibilidades de que la división de telefoní­a móvil siga creciendo en algún momento. Creen, sin embargo, que 2016 seguirá siendo un año de retroceso, pero no se han aventurado a hacer previsiones con cifras concretas.

 

Sony Xperia Z5

Por suerte, el balance no ha sido negativo en otras áreas y esto ha compensado. La compañí­a ha dejado de estar en números rojos para apuntar en negro un beneficio de 1.197 millones de euros, cifra que contrasta con los 972,5 millones de euros que se perdieron el año pasado. El año fiscal de Sony, que por cierto terminó el 31 de marzo, también ha puesto sobre la mesa unos beneficios de 2.383 millones de euros, una cifra que se superarí­a en un 329,2 % si la comparamos con la del año anterior. No hay que perder de vista, sin embargo, que la facturación por ventas se ha reducido un 1,3 %, porcentaje que se corresponderí­a con 65.686 millones de euros. Pero, ¿cuál es la razón por la que Sony ha conseguido darle la vuelta a la tortilla? Una de las principales razones tiene que ver, por supuesto, con su nuevo plan de negocio. Hablamos de una reducción del gasto del 61 % por valor de 310 millones de euros.

Las áreas que han registrado un mayor rendimiento han sido las de videojuegos y música. En la primera, los beneficios se han impulsado un 11,8 % para alcanzar los 12.607 millones de euros positivos, gracias a un aumento considerable en las ventas de tí­tulos para la consola PlayStation 4. En la sección de música, la facturación se ha incrementado en un 10,4 % y los beneficios han alcanzado los 5.021 millones de euros. Esto es debido, en parte, al éxito de grandes súperventas con «25» de Adele; Made in the A.M», de One Direction o «Blackstar», del desaparecido David Bowie, las actuales joyas de la corona de Sony.

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