Conforme avanza el mundo de la tecnología, también crece el número de estafas realizadas por ciberdelincuentes. Los hackers perfeccionan sus técnicas para poder irrumpir en nuestros ordenadores, en nuestros móviles y en breve, en nuestras lavadoras, frigoríficos y relojes inteligentes. Las cámaras de vigilancia también están en su punto de mira. En general, las cámaras son una obsesión para estos hackers. En todo dispositivo hay vulnerabilidades que explotar y, precisamente, el último problema de seguridad descubierto está relacionada con una de ellas. En concreto con la GoPro.
Han sido expertos de la firma de seguridad Pen Test Partners los encargados de acceder a la cámara y usarla sin permiso del propietario. Durante la investigación se pudo ver y escuchar lo que decía el usuario de la GoPro. Pero no sólo esto, también capturar imágenes y acceder al panel de control para borrar vídeos guardados o, incluso, verlos. Os preguntaréis cómo pudieron acceder. Lo hicieron aprovechándose de las contraseñas poco robustas que los usuarios utilizan para salvaguardar sus dispositivos. En este caso, las que se utilizan para acceder de manera remota a la cámara desde el smartphone.
Ken Munro, especialista de la compañía de seguridad, consiguió entrar en la GoPro, aún estando apagada, desactivar la luz de grabación y visualizar en su propio smartphone lo que se iba grabando. Desde GoPro han asegurado, que las medidas de seguridad que utilizan son las apropiadas. Por tanto, quizá el problema se encuentre más en la manera en la que los usuarios protegen sus dispositivos. Hay una gran mayoría que no cambia la contraseña, la deja por defecto, o, incluso, utiliza claves muy fáciles de adivinar, provocando que sus dispositivos y servicios sean un blanco fácil para los hackers de Internet.
Pero, según la opinión de Josep Albors, director de Comunicación y Laboratorio de la firma de seguridad Eset, no sólo el usuario es responsable de este problema, también lo es GoPro. El directivo asegura, que cada empresa debe elegir cuales son las medidas a tomar ante posibles amenazas, sea un problema de vulnerabilidad o de usabilidad. En este caso en concreto, corresponde a la compañía avisar a sus usuarios que deben emplear contraseñas más fuertes.
Si eres usuario de una GoPro y no quieres que nadie pueda acabar manipulando tu cámara, te aconsejamos que escojas una clave robusta. Debes pasar por alto las de tipo «1234«, así como aquellas que están relacionadas con tus datos personales, como fecha de nacimiento, matrícula de tu coche, o las que alternan números y letras, que aunque parezca lo contrario no son nada seguras. Lo que recomiendan todos los expertos es escoger claves fáciles de recordar y traducirlas. Ejemplo: «El perro de mi hermano tiene dos grandes colmillos que dan miedo a todos los vecinos (epdmht2gcqdmatlv)«. Según el modelo de cámara GoPro, se cambiará la contraseña de una manera u otra. Entra aquí para aprender cómo hacerlo y mantener tu cámara a salvo de manos indeseadas.
Te propongo un titular mejor.
Los hakers le graban el rabo a mi primo, que es gilipoyas, y no sabe cambiar la contraseña de su gopro
Pero que ….