Tiene cinco niveles y 33 metros de profundidad. Es la Nemo 33, una piscina situada en Bélgica, que empezó a construirse en el año 2000. Ahora, después de ocho años de trabajos, ha dado a la ciudad de Bruselas un auténtico recipiente de agua para cubrir las necesidades de submarinistas, investigadores y profesionales de las actividades acuáticas.
La piscina también tiene cuevas submarinas y está siempre a 30 Cº de temperatura, gracias a unos paneles solares situados en la parte superior de la infraestructura. Con la ayuda de un tubo de seis metros de ancho, se puede bajar al nivel más profundo de la piscina, un espacio que han hecho confortable gracias a varios conductos de aire fresco y al agua a temperatura templada.
Como podemos imaginar, la Nemo 33 ha costado lo suyo: hasta 3,2 millones de euros. Sin duda, no se trata de un proyecto que tenga en cuenta las escasas reservas de agua potable de nuestro planeta, ya que para llenar la piscina hacen falta 2,5 millones de litros del valioso líquido. Para usos más caseros y ahorrativos, siempre nos quedarán las pequeñas piscinas hinchables. Aunque buceadores y demás profesionales, tendrán con la Nemo, una buena oportunidad para disfrutar de un espacio único en el mundo.
Vía: Techeblog
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