Mientras sigue el debate en torno a las redes de intercambio P2P, su legalidad y si las operadoras deben o no proporcionar los datos de los clientes que las usen, se está trabajando en un nuevo estándar: P4P. Su principal novedad: la propia operadora que presta servicio a Internet daría preferencia al intercambio de archivos entre sus clientes.
Al estar todos conectados a través del mismo operador, las descargas en programas como eMule o BitTorrent se hacen más rápidas. Y, de paso, las operadoras ahorran en consumo de ancho de banda de los clientes que se dedican a intercambiar música o películas. En España, Teléfonica ya está realizando sus primeras pruebas piloto.
Para descargar un archivo, un programa P2P lo busca entre los usuarios de la red, y va tomando trocitos de cada uno de forma aleatoria. En P4P, en cambio, elige primero las fuentes a las que menos tiempo y trabajo le cuesta llegar: las que usan el mismo proveedor de Internet, y a ser posible dentro de una misma ciudad. Además del ahorro económico para la operadora, la velocidad de descarga puede multiplicarse hasta por seis.
La operadora estadounidense Verizon ha sido una de las primeras en comprobar la efectividad del sistema. Según sus pruebas, al descargar un archivo por P2P sólo el 6,3% de éste proviene de otros clientes de Verizon dentro de una misma ciudad; con P4P el porcentaje sube hasta el 58%, con lo que se reduce considerablemente el coste que la operadora tiene que soportar para mantener el tráfico.
Tanto las pruebas de Verizon como las de Telefónica, realizadas en ambos casos en colaboración con Pando Newtorks, arrojan unos resultados prometedores. Como promedio, la velocidad de descarga con P4P es el doble de rápida que con P2P, y en algunos casos el rendimiento llegar a mejorar en un 600%. Es decir, el sistema ofrece ventajas tanto para el proveedor de Internet como para el cliente.
No obstante, habra qué ver cómo evoluciona el contexto legal en torno a la descarga de archivos protegidos por derechos de autor a través de este tipo de redes. En Francia y Gran Bretaña las autoridades quieren que las operadoras faciliten los datos de sus usuarios para poder perseguirlos legalmente. Pero la Unión Europea recuerda que no se pueden proporcionar datos confidenciales asi como así, y de hecho las operadoras británicas se niegan a participar en la «cruzada». ¿Quién se llevará el gato al agua en este «tira y afloja»?
Vía: SoftwareZone
