Sony ha dotado a la cámara compacta α NEX-7 con un sensor CMOS Exmor APS HD, de nuevo diseño, con una resolución de 24.3 Mpx. Para mover esa cantidad de datos y ofrecer buena imagen, lo han emparejado con un procesador de imagen BIONZ. La α NEX-7 es una cámara muy flexible, sin espejo, a la que se le pueden cambiar los objetivos en función de las necesidades del momento, y que mantiene el peso en los 291 g más el peso del objetivo correspondiente.
Es un equipo capaz de producir imágenes de alta calidad. Incluso cuando la luz no es adecuada, crea imágenes con muy poco ruido. Por eso se comporta tan bién al atardecer, o en ambientes íntimos como por ejemplo un restaurante por la noche. Los controles son muy sencillos, y pasar de una función a otra es un juego de niños gracias al control TRINAVI. Hay dos diales en la parte superior de la cámara que se completan con una rueda de control.
Tiene una sensibilidad de ISO100-16000. La respuesta, tras apretar el disparador, es de tan sólo 0.02 segundos, y el enfoque automático incorpora además seguimiento de objetos. Sólo hay que marcar el sujeto de la fotografía para que la cámara lo siga manteniendo enfocado mientras se mueve. La composición de las imágenes se lleva a cabo a través de un visor electrónico OLED Tru-Finder, aunque también tiene una pantalla LCD orientable de tres pulgadas.
La grabación de vídeo se activa con el choque de un botón, y grabar en alta definición en formato AVCHD con sonido estéreo de alta definición. Trabaja a 50p y a 25p. El seguimiento enfocado de sujetos también está activo durante la grabación de vídeo. El enfoque manual está disponible tanto en fotografía como en vídeo. Esta cámara permite un alto grado de control manual que va a poner los dientes largos a los fotógrafos más creativos y exigentes. Aparte de eso, dispone de diversos modos clásicos como el automático total, el automático con prioridad de abertura, o el de prioridad de velocidad. Ofrece 11 modos automáticos y 15 efectos artísticos.
