Se acabaron esas bromas navideñas. Se acabó vacilar a tu cuñado. Porque WhatsApp pone punto y final a la broma de la foto falsa. Esa que nos enviaba el amigo o el familiar de turno al grupo de WhatsApp en pequeño y que al abrirla aparecía algo que poco a o nada tenía que ver con lo prometido.
Esta broma fue la que popularizó e incluso encumbró a los altares del folclore popular al individuo conocido como «el negro del WhatsApp». Seguro que te sonará ese hombre parcialmente desnudo que luce un gran… Sombrero. Y es que no hay quién no haya recibido la foto camuflada de este personaje a través de la popular aplicación.
Pues se acabó. No solo ya dejarás de enviar y recibir fotos de «el negro» del WhatsApp bajo una falsa premisa. Sino que no podrás volver a llevar a cabo esta treta, al menos de forma directa. Porque la compañía estadounidense acaba de anunciar un cambio en la forma en la que gestiona las fotos que se envían en conversaciones y grupos que acabará con las imágenes trucadas. Hasta ahora, al enviar una foto a un grupo a una conversación si la imagen era grande se recortaba la parte central de la misma. La foto completa solo se mostraba al pulsar sobre ella y verla en pantalla completa.
Pero a partir de ahora serán los algoritmos de la propia compañía los que comprobarán de forma automática ambas imágenes, tanto la vista previa en pequeño como la foto completa. Serán ellos los encargados de llevar a cabo el último paso para la edición de la foto y escoger el recorte. Por lo que el efecto de la fotografía falseada ya no podrá realizarse.
Algunos virales míticos
El folclore popular ha dado un giro desde la llegada de las nuevas tecnologías a todos los estratos de la sociedad. Lo que antes era una absurda cadena de contactos en un correo electrónico, hoy llega de forma transversal desde la abuela al nieto, saltándose cualquier distancia geográfica o clase social.
Uno de los grandísimos fenómenos, tal vez el más grande de todos, fue «el negro» del WhatsApp, una fotografía que no hace falta describir en profundidad porque a la vista salta por qué llamó la atención de media España. Desde entonces, ha logrado hitos como ser utilizado como broma recurrente en diversos programas de humor. Ha protagonizado mil y un memes. Ha salido en las noticias. E incluso ha logrado que algunos grupos de música incluyeran su peculiar apelativo en sus letras.
Esta broma era una de las más populares debido a lo sencillo que era de realizar. No hacía falta ser un geek de la tecnología y de la informática para vacilar a tus contactos. Aplicaciones muy sencillas de usar como Wasap Fake Image Trolling permitían a todo el mundo adentrarse en el mundo del «trolleo» más ligero.
Pero como toda tendencia fugaz en esta vida, desde estos momentos esa arcaica y vestusta forma conceptual forma de trolleo masivo, en muchos casos incluso invasivo, forma parte del pasado de la tecnología estrechamente vinculada a nuestra smartphone.
Por el momento no ha trascendido si otras formas de trolleo como el envío de un contacto falso también van a ser suprimidas y controladas por la empresa propiedad de Facebook. ¿Qué haremos ahora?