El Yamaha PDX-B11 acaba de aparecer en el catálogo de la marca japonesa. Este altavoz portátil inalámbrico está disponible en cuatro colores: azul, naranja, gris y negro. Es un digno sucesor del PDX-11, y presenta el mismo diseño resistente, aunque con funciones añadidas. La original forma octogonal está rematada por un asa metálica para agarrarlo y transportarlo fácilmente. Al fin y al cabo, solamente pesa un kilo y medio. Una rejilla metálica cromada protege los conos de los altavoces. Tiene un aspecto industrial, con los tornillos que fijan el marco sobre la rejilla a la vista. Se apoya sobre cuatro pequeñas patas de goma.
Dentro de la carcasa octogonal se esconde un sistema de altavoces con un woofer de un diámetro de 10 centímetros y un tweeter de 3,5 centímetros. La botonera está colocada en la parte superior; consiste en un interruptor, dos teclas para bajar y subir el volumen, y un botón para activar el Bluetooth. También hay dos indicadores luminosos (verde y azul), que muestran el estado del equipo. Los botones están recubiertos de elastómero para protegerlos del polvo y la suciedad. Proporciona una gran
El Bluetooth pertenece a la versión 2.1 con el perfil EDR / A2DP, que es el que permite transmitir audio en estéreo. Por cierto, los códecs de audio compatibles son AAC y SBC. Para que pueda funcionar de forma inalámbrica es imprescindible emparejar el altavoz con el smartphone u otro dispositivo Bluetooth antes de poder comenzar a utilizarlo por primera vez. Este altavoz portátil de Yamaha se puede emparejar con un máximo de ocho dispositivos Bluetooth, como pueden ser teléfonos móviles, tabletas u ordenadores portátiles, entre otros. Eso sí, sólo puede reproducir la música desde uno cada vez.
Gracias a la entrada de audio auxiliar con conector minijack estéreo (3,5 mm), que está situada en la parte trasera, puede trabajar con otros equipos. Basta con conectar un lector de audio con el cable correspondiente, encender el altavoz, y iniciar la reproducción en el lector de audio. Si se conecta un equipo a la entrada auxiliar mientras el altavoz está reproduciendo música vía Bluetooth, el audio de ambas fuentes se mezclará.
Se alimenta conectado a un enchufe con el adaptador de corriente suministrado o mediante pilas. Necesita seis pilas de tipo AA, que pueden encontrarse fácilmente a la venta en cualquier parte. Media docena de pilas alcalinas AA proporcionan una autonomía de unas ocho horas de uso. El compartimiento de las baterías está situado oculto tras una tapa en la parte posterior. Las dimensiones de este producto son 210 por 237 y por 240 milímetros. El Yamaha PDX-B11 ya está distribuido en las tiendas de nuestro país a un precio de venta al público que asciende a 160 euros.
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