Los problemas de Google con la Unión Europea no parece que vayan a resolverse con tanta facilidad como esperaba la compañía californiana. De hecho, el propio Joaquín Almunia, Comisario Antimonopolio de la Unión Europea, ha comunicado a los responsables de la compañía que deben esforzarse más para acabar con las sospechas de que está bloqueando a los competidores en los resultados de las búsquedas en la web. Por tanto, Google debe presentar nuevas propuestas que den muestras de ello, ya que sus rivales no han quedado convencidos con las que presentaron en el mes de abril, hace aproximadamente tres meses.
Esto supone un varapalo para Google, que esperaba cerrar con ellas la investigación abierta contra la compañía hace ya tres años por monopolio en las búsquedas. De hecho, Google aseguró que, con las propuestas presentadas en primavera, daba solución y aclaraba las dudas de todos los puntos que preocupaban a la Comisión. Pero, según ha manifestado Almunia en una rueda de prensa, no es así. El comisario no ha comunicado si ha dado una fecha tope a la compañía para presentar las nuevas propuestas, aunque ha dicho que espera poder llegar a dar solución al problema antes de finales de este año. Google debe tratar por tanto de solucionar el problema, ya que de no ser así, podría ser multado con una cantidad nada desdeñable. Nada menos que con 5.000 millones de dólares.
Entre las propuestas presentadas por Google estaba marcar sus propios productos en los resultados de búsqueda y dar enlaces al menos a tres webs rivales. Además, también prometía facilitar a los anunciantes el uso de plataformas rivales. Cuando se presentaron, el regulador de la competencia de la Unión Europea habló con los rivales de Google, así como con otras compañías, y les pidió opinión sobre las propuestas. Tras analizarlas, muchos contestaron que cualquier concesión sólo reforzaría el predominio de Google, y no cambiaría nada.
La propuesta que presentó la compañía propietaria del buscador más utilizado en Europa para tratar de cerrar el caso no ha dejado indiferente a nadie. Los miembros del colectivo FairSearch, entre cuyos miembros figuran Microsoft, Expedia o TripAdvisor, han manifestado su desacuerdo con la propuesta que presentó Google. Otros, como ICOMP, un grupo formado por varias compañías del entorno online, (como Mappy, Mediaset o Streetmap), que persiguen la consecución de un mercado online que facilite la competencia, han pedido a la Comisión que penalice a Google si no presenta una propuesta mejor que la anterior. Habrá que esperar para ver cómo sale Google de este atolladero, pero parece que nadie se lo va a poner fácil. Ni los organismos oficiales ni los grupos de presión van a dejar que la investigación se cierre sólo con unas cuantas palabras tranquilizadoras. La compañía no va a tener más remedio que hacer esfuerzos notables si quiere evitar una sanción.