Artículo patrocinado por Tapo
La obsesión por la seguridad vuelve a llamar a nuestras puertas. No es para menos: la incertidumbre económica y el repunte de robos en zonas residenciales han disparado las consultas sobre sistemas de seguridad; concretamente, sobre cámaras de vigilancia. Hasta hace unos años, la mayoría de estos dispositivos producían imágenes granuladas en blanco y negro que apenas servían para distinguir siluetas, pero la cosa ha cambiado radicalmente.
Hoy día, las opciones más avanzadas del mercado son capaces de reconocer caras, detectar mascotas y hasta de avisarte si un vehículo sospechoso merodea por tu jardín. Pero, con tantas opciones disponibles, es fácil sentirse abrumado. «¿Qué cámara elegir?», es la pregunta que se hacen a diario decenas de personas. Estos son los puntos clave que deberías considerar a la hora de elegir una cámara de vigilancia.
Resolución y calidad de imagen: el salto al 2K es una realidad
La calidad de imagen se ha convertido en el factor diferencial en el sector de la videovigilancia. Las cámaras modernas han dejado atrás la resolución estándar para dar paso a una nueva generación de dispositivos con resolución 2K, un salto cualitativo que los profesionales del sector consideran fundamental para la identificación de detalles tan importantes como rostros o matrículas de vehículos, en caso de que las imágenes caigan en manos de la policía.
Afortunadamente, fabricantes como Tapo han apostado por sensores avanzados. Un ejemplo es el sensor Starlight del modelo Tapo C325WB, que permite capturar imágenes claras del entorno incluso en condiciones de poca luz, como al amanecer o al atardecer. Si necesitas un modelo en interiores, la Tapo C210 ofrece la misma resolución e incorpora visión nocturna por infrarrojos. Sin embargo, su ángulo de visión puede resultar insuficiente en espacios grandes, donde otras opciones, como la Tapo C225, ofrecen una cobertura aún mayor.
Las pruebas realizadas en condiciones reales muestran que la calidad de imagen se mantiene estable con buena iluminación, pero las diferencias entre modelos se hacen evidentes en situaciones de contraluz o cambios bruscos de luz. Los sensores más avanzados compensan mejor estos cambios, evitando que las grabaciones queden sobreexpuestas o demasiado oscuras.
Interior o exterior, cada espacio necesita su cámara
Las cámaras de exterior deben resistir lluvia, viento y cambios de temperatura, y la certificación IP66 garantiza esta protección. Modelos como el Tapo C320WS y el C520WS, que disponen visión nocturna a color con reflector LED, no solo mejoran la visibilidad en la oscuridad, sino que también disuaden posibles intrusos al activarse con movimiento. Ambas cámaras pueden conectarse mediante cable Ethernet, ofreciendo una conexión más estable en áreas donde la señal Wi-Fi puede ser limitada.
Además, para áreas sin acceso a electricidad, el modelo Tapo C410 KIT es una opción atractiva, ya que cuenta con un panel solar que recarga su batería de forma automática.
Los modelos de Tapo integran un sistema de detección avanzado que minimiza las falsas alarmas provocadas por insectos o cambios de iluminación. Gracias a algoritmos de inteligencia artificial, estas cámaras son capaces de identificar personas, vehículos y mascotas gracias a algoritmos de inteligencia artificial que analizan el movimiento con gran precisión.
Para interiores, las cámaras con seguimiento de movimiento son ideales, ya que pueden cubrir amplias áreas con un solo dispositivo. Un modelo destacado es la Tapo C220, que con su sistema de giro Pan & Tilt abarca 360 grados horizontales y 114 grados verticales, proporcionando una vista completa de la habitación.
Por último, la ubicación de la cámara afecta directamente a su utilidad. Una mala colocación puede crear puntos ciegos o hacer que la luz solar directa impida ver bien las imágenes.
Almacenamiento, conectividad y usabilidad, las claves para acertar
El espacio de almacenamiento define cuánto tiempo podemos guardar las grabaciones. Muchos usuarios prefieren 512 GB para no tener que borrar vídeos con cierta frecuencia. Aunque existe la opción de almacenamiento en la nube, como el servicio Tapo Care, que guarda videos de manera remota durante 30 días. No obstante, contar con almacenamiento local puede ser más fiable en lugares con problemas de conexión.
La compatibilidad con asistentes de voz, como Alexa, Google Assistant o Apple HomeKit, agrega valor a las cámaras modernas al facilitar su control. La Tapo C225, por ejemplo, se puede gestionar mediante cualquiera de estos asistentes, y la App Tapo permite acceder a funciones avanzadas.
Al formar parte del catálogo Tapo, se puede conectar con otros dispositivos de la marca para crear rutinas automáticas desde la aplicación móvil. Un ejemplo práctico: las luces del jardín pueden encenderse cuando la cámara detecte movimiento, o las cámaras interiores pueden desactivarse automáticamente cuando los habitantes lleguen a casa. El control se realiza desde una aplicación intuitiva que permite delimitar áreas que no queremos grabar —como la ventana del vecino—, personalizar las alertas según horarios o activar la detección inteligente de movimiento.
La aplicación también facilita compartir el acceso a las cámaras con otros usuarios y gestionar todos los dispositivos Tapo desde una única pantalla.
El catálogo de cámaras Tapo ofrece opciones para todo tipo de usuarios, con una calidad de imagen excelente y funciones avanzadas para satisfacer diversas necesidades de vigilancia. Desde aquellos que necesitan una cámara de interior para controlar a los más pequeños de la casa o las mascotas hasta los que buscan cámaras de exteriores para tener controlados todos los rincones de sus patios o jardines, hay una cámara Tapo adecuada para cada propósito.