Samsung Galaxy Z Flip5 y Z Fold5: así son los nuevos móviles plegables de Samsung

Otro verano más Samsung trae a la palestra una nueva edición de sus móviles plegables. Un mercado que se encargó de estrenar y dominar hace ya cinco generaciones de pantallas flexibles. En esta ocasión son los Samsung Galaxy Z Flip5 y Samsung Galaxy Z Fold5 los nuevos miembros de la familia y, aunque parecen los mismos móviles, hay cambios sustanciales. Sobre todo si hablamos del diseño, donde la bisagra Flex de Samsung ahora pliega las dos mitades de ambos móviles de forma total. Se acabó es tight gap o pequeño hueco donde se colaba el polvo que teníamos en los bolsillos. Pero hay otros detalles más a comentar.

Eso sí, como resumen hay que hablar de móviles que han mejorado notablemente por fuera. Ambos siguen siendo muy resistentes, con un marco y bisagra de Armor Aluminium, una aleación mejorada y dura. Y sus acabados en cristal los firma Corning con su Gorilla Glass Victus 2. Todo ello contando con cuerpos que han conseguido la certificación IPX8, lo que les hace resistentes a la inmersión accidental en agua. Y no te preocupes por la pantalla plegable, Samsung garantiza que podrás plegar y desplegar tu nuevo Samsung Galaxy Z Flip5 o tu Galaxy Z Fold5 hasta 200.000 veces con total seguridad. Lo que supone desplegar 100 veces al día durante 5 años esta pantalla de forma totalmente segura. Ojo, que no se te va a romper a la 200.001 vez, pero es una garantía de que estos móviles plegables están hechos para durar.

Samsung Galaxy Z Flip5, el plegable estrella de Samsung

La clave de este nuevo Samsung Galaxy Z Flip5 está en su diseño. Puede parecer el mismo y reconocible Z Flip, pero hay varias claves a tener en cuenta. La más llamativa es la nueva bisagra Flex con doble carril que permite plegar la pantalla con forma de gota (vista desde un lateral). Esto supone poder cerrar ese antiguo espacio que quedaba entre las dos partes del móvil. No lo hace por completo, por lo que la pantalla interior no queda completamente aislada, pero ya comprobaremos si el cambio es sustancial en el día a día cuando lo probemos a fondo.

Este cambio de sistema de bisagra tiene consecuencias directas en el perfil del móvil, haciéndolo más estrecho, cómodo y ergonómico cuando está plegado. Concretamente, se reducen 2 milímetros del grosor y se consigue un total de 15,1 mm en este Galaxy Z Flip5.

Por otra parte, la mención especial se la lleva la Flex Window, o lo que es lo mismo: la pantalla exterior. Ha crecido hasta las 3,4 pulgadas. Mucho más grande que lo visto en el Samsung Galaxy Z Flip4, escuchando las críticas de público y prensa sobre lo poco práctico de tener una pantalla tan pequeña en el exterior. Y es que ahora la experiencia de uso es completamente diferente, imitando a su hermano mayor, el Z Fold, al poder llevar a cabo muchas acciones directamente con el móvil plegado. Lo que a su vez puede ayudarte a ahorrar batería al no usar la pantalla plegable constantemente, y a no perder tiempo desplegándolo para, por ejemplo, contestar a un WhatsApp que has podido leer en esta pantalla. Ahora también podrás responder y usar el teclado completo.

Y es que esta es otra de las novedades del Galaxy Z Flip5 y su gran Flex Window: el soporte con diferentes aplicaciones para ser usadas en este panel. Pantalla que, por cierto, cuenta con la forma de una tarjeta MicroSD, ya que tiene que salvar el espacio para las cámaras fotográficas. Algo que no limita sus posibilidades, sino que, a mi juicio, le dota con puntos de estilo extra. Pues bien, ahora podemos ver notificaciones e interactuar con ellas. Deslizando el dedo hacia abajo en esta pantalla también accederemos a más herramientas del móvil como la linterna, la conectividad o el sonido. Y, con un gesto de pellizco, accedemos a un menú rápido de widgets para saltar rápidamente al que queramos. De momento Samsung ha adaptado pocas herramientas como la información de bolsa de Google, el calendario, la temperatura y el tiempo, los pasos dados y demás. Pero, en los ajustes, Samsung permite probar una función en desarrollo con la que llevar otras apps a esta peculiar pantalla: WhatsApp, YouTube, Netflix o Google Maps son algunas de ellas. Y, aunque a menor tamaño o con menos entorno para pulsar, la experiencia es similar a la pantalla interior. Lo que permite usarla sin desplegar el móvil. Y, lo mejor, pudiendo personalizarla con imágenes más grandes y llamativas, si queremos.

Cuando desplegamos el móvil nos encontramos con un panel flexible de tecnología Dynamic AMOLED 2X capaz de moverse a 120Hz de tasa de refresco y con resolución FHD+ en 6,7 pulgadas. Vaya, una buena pantalla OLED como la de un móvil top pero que se pliega. Aunque el pliegue sigue notándose con la yema del dedo o con los brillos que genera.

Samsung no ha innovado nada en el apartado fotográfico. Al menos en cuanto al hardware. Nos encontramos dos cámaras principales en la tapa de este Samsung Galaxy Z Flip5 de 12 megapíxeles. Una normal, con tecnología Dual Pixel, y la otra con objetivo ultra gran angular. La novedad aquí llega de mano de la Inteligencia Artificial, del concepto Nightography adaptado del Samsung Galaxy S23, y, por supuesto, del nuevo procesador Snapdragon 8 Gen 2 for Galaxy. Y es que las mejoras en el apartado de fotografía llegan por la vía del procesamiento de imagen. Algo que debería mejorar las fotos con excesivo HDR, saturación y procesamiento erróneo del anterior Z Flip4. Y que comprobaremos en el correspondiente análisis.

Tampoco hay novedades en cuanto a la batería, otra de las críticas del anterior Galaxy Z Flip4. Samsung repite con una pila de 3.700 mAh de capacidad. Y también repite con el soporte para carga rápida de solo 25W con un adaptador compatible que vuelve a quedarse fuera de la caja. Esto supone que el tiempo de carga completo está alrededor de una hora. No es mucho, pero queda muy por detrás de la competencia. La clave aquí es ver si Samsung habrá mejorado la autonomía y el consumo. En teoría, si usamos menos la pantalla flexible y si el procesador hace bien su trabajo, deberíamos encontrarnos con capacidad para aguantar nuestro ritmo durante todo el día. De nuevo, lo comprobaremos en nuestro futuro análisis.

Por último, hay que decir que este Samsung Galaxy Z Flip5 llega al mercado en nuevos colores que se podrán encontrar en tiendas y, algunos de ellos, de forma exclusiva en la web de Samsung. Son el menta, el grafito, el lavanda, el gris, el azul, el verde y el amarillo. Habrá dos modelos de memoria de 256GB (1.210 euros) y 512GB (1.330 euros) que marcarán sus diferentes precios.

Este Samsung Galaxy Z Flip5 llega al mercado el próximo 11 de agosto, aunque ya se puede pre-comprar desde la web de Samsung.

Samsung Galaxy Z Fold5, el hermano mayor que adelgaza

Más grande era sinónimo de mejor hace algún tiempo. Sin embargo, en el mundo de los móviles es fácil acabar con la idea de un ladrillo en el bolsillo si aplicamos esta lógica. Samsung lo sabe, y es consciente de que su plegable de móvil a tableta acarrea este problema: era grande y pesado. Y este Samsung Galaxy Z Fold5 busca mejorar un pasito ese aspecto. Lo hace adelgazando su estructura. Igual que en el Galaxy Z Flip5, la nueva bisagra Flex permite cerrar completamente el pliegue de la pantalla y generar una nueva experiencia de móvil más compacto. Por otro lado, también ha adelgazado. Su peso se ha reducido 10 gramos, y su grosor 2,4 mm. Y se nota. En la mano es más ligero y más ergonómico. Aunque sigue siendo un móvil más rotundo, pero es que también es una tableta.

Lo más interesante de este Samsung Galaxy Z Fold5 es la unión de un procesador realmente capaz como el Snapdragon 8 Gen 2 for Galaxy con una pantalla de 7,6 pulgadas. Y es que se disparan algunas funcionalidades. Ahora la barra de herramientas rápidas y apps recientes crece en 4 unidades. Es decir, en la pantalla plegable es más fácil lanzar aplicaciones recientes que aparecen en la barra inferior. Con ello no solo es posible volver más rápidamente a una app que estábamos usando, sino abrir la multitarea y la multiventana y desplegar aplicaciones por todas partes, como si fueran las ventanas de un ordenador.

También hay una nueva y curiosa función que permite arrastrar elementos de unas apps a otras. Por ejemplo, si seleccionamos con un dedo una fotografía y mantenemos el dedo sobre la pantalla, podemos usar otro para deslizarnos a la app de notas para pegar la imagen allí. Algo así como lo de arrastrar archivos en Windows, pero con una experiencia más táctil en este Samsung Galaxy Z Fold5.

Junto a ello se han multiplicado las funciones del modo Flex. Ese en el que semiplegamos el teléfono para aprovechar un lado de la pantalla para ver un contenido y el otro para gestionar diferentes aspectos. Por ejemplo, ahora se incluye un control de reproducción, una miniatura del contenido para saber qué vemos en la otra pantalla, o la posibilidad de usar esa parte del panel como un ratón, entre otras.

De nuevo, Samsung no innova en el apartado cámaras, y trae su experiencia fotográfica del Samsung Galaxy S23 a este Galaxy Z Fold. Algo que comprobaremos más adelante en un análisis pormenorizado. Donde sí hay una pequeña mejora es en la pantalla flexible, que ahora alcanza picos de 1.750 nits de brillo, lo que la hace aún más visible en exteriores incluso bajo el sol directo.

El Samsung Galaxy Z Fold5 llega al mercado con tres tamaños de memoria de almacenamiento: 256GB (1.910 euros), 512GB (2.030 euros), o 1TB de capacidad (2.270 euros). Además, es posible escoger entre diferentes colores de acabados: Azul Hielo, Negro Fantasma, Crema, Gris, Azul.