Mi experiencia con el televisor Haier P8 Series tras un mes de uso

Los fabricantes de televisores saben que el usuario actual quiere pantallas grandes. Y Haier no ha hecho oídos sordos, nutriendo su gama media de dos opciones generosas en panel. Se trata de un modelo de su nueva familia Haier P8 Series que llega al mercado por menos de 700 euros. En nuestro caso, nuestro sujeto de análisis ha sido el modelo de 65 pulgadas. Sin embargo, esta familia cuenta con otro integrante de 58 pulgadas de lo más interesante (con las mismas características) para quienes quieran algo más allá de las 55 pulgadas. Aquí te cuento, en detalle, cómo ha sido mi experiencia tras un mes de uso con el modelo de 65 pulgadas.

La familia P de Haier está englobada en la gama media del mercado de televisores. Su tecnología se basa en los paneles LED y ofrecen un rendimiento equilibrado que justifica sus precios entre 600 y 900 euros. Pero ¿cómo de equilibrada es esa experiencia? ¿Son buenos paneles? ¿El sonido acompaña a una buena calidad de imagen? ¿Se puede jugar en estos televisores con la última generación de videoconsolas? Te lo cuento todo a lo largo de este análisis.

Diseño sencillo, elegante y muy cómodo para montar

Haier no innova en el aspecto visual de los televisores de 2023. Y tampoco le hace falta. Estos Haier P8 Series repiten lo visto en productos de otros fabricantes y que funciona realmente bien. Me refiero a marcos realmente finos y acabados con una superficie de metal cepillado que le da el color y la personalidad al aparato. Lo que supone casar con cualquier decoración de nuestro salón: va especialmente bien con madera clara. Pero también admite madera o acabados metálicos negros. Estilos típicos de cualquier hogar actual.

Tan solo el marco inferior es grueso y más visible que los otros tres. En este se incluye el logotipo y le da visibilidad a ese aspecto poco innovador pero bien trabajado. En plástico negro, justo debajo de la mitad del televisor encontramos el apartado con el botón del micrófono y el receptor para el mando. Muy bien disimulado hasta el punto de prácticamente ser imperceptible si no nos acercamos y agachamos.

Pero lo que más me ha gustado es que, quizá rompiendo con la tendencia de 2023, Haier sigue incluyendo patas para este equipo. Con el mismo acabado de aluminio cepillado de los marcos. Lo que disfruto de este sistema es que, además de darle un aspecto de televisor y no de monitor al aparato, resulta realmente fácil de montar. Con encajar las patas en sus huecos, sin forma alguna de hacerlo mal, y atornillando un par de tornillos para cada par de patas, ya lo tenemos hecho. Sencillísimo y sin sistemas complejos. El único “pero” que encuentro aquí es que no haya más opciones para colocar las patas más fuera o cerca del centro del televisor. Algo que puede ser útil para quienes tienen muebles de salón pequeños a pesar de que el tamaño de los paneles de los televisores sigue creciendo.

Por cierto, hablando del diseño no quiero dejar pasar la oportunidad de comentar el acabado del mando. Aquí Haier copia casi descaradamente a Samsung con un mando pequeño, estiloso, con los botones justos y bastante vistoso. Algo que me parece todo un acierto, a pesar de la falta de innovación en diseño. Y es que la era de los mandos grandes y aparatosos debería haber acabado ya hace unos cuantos años. No necesitamos todos los botones para cada una de las funciones. Y si le tengo que sacar algún pero a este mando es que la construcción no parece tan robusta o no casa directamente con el televisor. Tanto por los materiales (plásticos) como por el acabado (han perdido la oportunidad de igualar el aluminio cepillado para el botón circular del mando, que cuenta con un acabado metálico pero diferente).

HQLED, exprimiendo el color y volumen de los paneles LED

Pero vamos a centrarnos en lo importante. ¿Cumplen estos Haier P8 Series en cuanto a calidad de imagen? Pues la verdad es que sí. Con notable. Haier asegura usar la tecnología HQLED para su panel con iluminación LED. Algo que he notado desde los primeros minutos de uso gracias a la saturación y representación de colores, que resulta amplia y profunda. Todo se ve especialmente vívido y colorido, más allá de los modos y ecualizaciones de HDR de cada contenido. De hecho, lo he apreciado especialmente al conectar mi portátil al televisor y jugar al clásico Tomb Raider 3. En la partida no solo los colores eran vistosos, también ayudaban a crear volumen en polígonos que sé que son planos, como los que forman las piernas de Lara, la protagonista. Con lo que la calidad de imagen la he percibido superior, aunque sea un truco de saturación. El resultado es realmente bueno.

El sistema de iluminación es Direct LED, lo que significa contar con una rejilla de minidiodos para aplicar brillo allá donde se necesita y tratar de mostrar el negro más profundo posible al apagarlos. ¿Funcionan bien en estos Haier P8 Series? Pues sí. Sobre todo si atendemos a niveles de brillo y a la visibilidad de la imagen. Consigue resolver bastante bien si tenemos el salón muy iluminado y ayuda a ese efecto “wow” de calidad de imagen al hacer lucir con potencia todos esos colores. Eso sí, no deja de ser un panel LED, y verás ese efecto blooming en diferentes situaciones en las que gran parte del panel intente representar el negro. Lo bueno es que las tecnologías que lo acompañan solventan bastante bien este problema y, durante la acción apenas lo notarás. Simplemente es parte de contar con un panel LED con un gran brillo. Si quieres negros realmente profundos y un contraste infinito que delimite perfectamente los colores y que no ofrezca blooming tendrás que saltar al Haier S9 con tecnología OLED en su panel.

Aparte de ser HQLED se dejan notar dos estándares de HDR presentes en estos televisores P8 Series. Por un lado está el ecualizador Dolby Vision, que ajusta la imagen con las características que el creador de la serie o película pretendía para que disfrutes de la iluminación, los tonos y el detalle tal y como se idearon. Y, de la misma manera, también cuenta con HDR10, que es otro de los estándares más utilizados. No cuenta con soporte para el resto de HDR de la industria, pero ya cubre los más utilizados en servicios como HBO Max, Disney, Netflix o Amazon Prime Video. Y podrás ver cómo aparece su rótulo en la esquina superior derecha cada vez que se reproduce uno de estos contenidos con esta tecnología.

Junto a todo esto hay que decir que el panel llega con una tasa de refresco nativa de 60Hz. Algo habitual ya en todos los televisores de esta gama para ofrecer fluidez a la hora de mostrar todo tipo de contenidos. Ya lleguen por la antena de la TDT, por un canal de YouTube o a través de Netflix. Incluso jugando. De hecho, en el aspecto gaming, la familia Haier P8 Series da soporte a las consolas más avanzadas del mercado gracias a sus puertos HDMI 2.1 con soporte para ALLM o baja latencia. Además, añade tecnología MEMC para conseguir duplicar el número de cuadros y ofrecer una sensación de extra fluidez. Algo que he podido notar en mis partidas con PlayStation 5. No sustituye a la experiencia de 120 o 140Hz nativos de otros televisores más avanzados, pero consigue esa sensación de que todo va ágil. Eso sí, he encontrado alguna que otra aberración visual en algunos juegos que he probado durante estos días. Lo que me indica que su prioridad no es el ámbito del gaming, aunque permite disfrutar con esos colores vivos y fluidez tanto a los juegos de esta generación de consolas como de la anterior sin mayores problemas.

Sonido potente y envolvente

Si te preocupa la calidad de sonido tanto como la imagen, en estos Haier P8 Series no he encontrado queja al respecto. La limitación como gama media en este caso solo se achaca a un par de ausencias: estándares avanzados como DTS: Virtual X o a más potencia de sonido. Aun así, en mi salón de 30 metros cuadrados sus 13W repartidos en dos altavoces han sido más que suficientes. De hecho apenas he necesitado subir el volumen en este mes de uso para llenar el espacio de sonido. Y cuando he probado a hacerlo el rango de volumen me ha parecido más que amplio y aceptable ya que evitaba de forma más que correcta el sonido enlatado o las distorsiones en los valores más altos.

Como puntos a favor está la presencia de los estándares de Dolby tanto en la calidad del sonido como en el aspecto Dolby Atmos. Esta tecnología consigue crear sensación de espacio para dejarte a ti en el centro de la acción, consiguiendo que los efectos de sonido parezcan que te llegan desde diferentes puntos del salón. Todo ello sin necesidad de más altavoces, un equipo Home Cinema y, lo más importante: sin llenar el salón de cables. Por lo que el aspecto de son sonido en estos Haier P8 Series cumple al nivel de la imagen.

Conectividad completa y cómoda

Hay un aspecto que me ha parecido especialmente positivo en el ámbito de la conectividad de la familia P8 Series de Haier. Y es que han distribuido los puertos en diferentes lados del módulo trasero de conexiones del televisor. No están aglutinados todos en un lado, lo cual me ha puesto las cosas difíciles más de una vez para que los cables no estén tirantes. En este caso he podido distribuir diferentes HDMI (este televisor tiene 4) en un lateral y en la parte inferior de este módulo. Ideal para mi distribución de consolas y portátil, sin que los cables estén tensos o tenga que cambiar de lugar estos aparatos para poder conectarlos. Algo que quizá no haya sido intencional, pero que me gustaría ver en más televisores para evitar estos problemas.

Por lo demás, no he echado en falta ningún puerto importante a la hora de conectar aparatos habituales. Ya he comentado que hay cuatro HDMI. También lo acompañan dos puertos USB 2.0 para conectar pendrives o discos duros, Bluetooth 5.1, WiFi, puerto para auriculares y puerto de Ethernet. Así que es compatible con ordenadores, consolas, auriculares, discos duros… Más que suficiente para un usuario medio.

Android TV y capa propia de personalización

En cuanto al sistema operativo usado por Haier en este caso no es sorpresa que Android TV haya sido el elegido. Dota de infinidad de posibilidades a cualquier panel gracias a la opción de acceder a las aplicaciones o incluso juegos de Google Play Store. Así que estás cubierto para ver o escuchar lo que sea desde los servicios habituales. Todo ello acompañado del sistema de colecciones y sugerencias que te recuerdan dónde dejaste tus series favoritas o qué nuevo ver en tus apps.

Aunque lo mejor de Android TV es, sin duda, la presencia del Asistente de Google. Una herramienta que se puede invocar mediante la orden de voz “OK, Google” o con el botón específico del mando. Y al que podemos preguntar absolutamente cualquier cosa. Ya sea para resolver el tiempo que hace en la calle, en qué películas sale cierto actor o dónde está una ciudad. Pero también para ordenarle llevar a cabo órdenes como cambiar el volumen, cambiar de canal, reproducir cierto vídeo de tuexperto.com en YouTube o ver el último capítulo de The Mandalorian en Disney+ sin ni siquiera tocar el mando a distancia.

Aparte de esto, Haier ha incluido Matrix en este televisor. Se trata de una suerte de capa de personalización que imita en aspecto a Android TV a la hora de distribuir aplicaciones y sugerencias de contenidos en filas con imágenes. Pero es diferente y atiende a otros servicios. Lo bueno es que puedes acceder a Matrix desde el botón especial del mando o desde el icono en el escritorio del televisor. Eso sí, en mis pruebas no he encontrado grandes ventajas. Tan solo un aspecto diferente para llegar a los contenidos.

Conclusiones tras un mes de uso

Haier llega al mercado de los televisores en España con apuestas de lo más interesantes. Tanto en la gama alta (Haier S9) como en la gama media. Estos P8 Series son prueba de ello con una muy buena calidad de imagen y sonido y cumpliendo con todo lo que un usuario medio le puede pedir a un televisor actual. No es lo más avanzado ni cuenta con todas las tecnologías del mercado, pero eso también le permite llegar a las tiendas con un precio comedido que compite de tú a tú con los principales fabricantes de televisores.

Una buena opción, especialmente, si no quieres dar el salto a los televisores más grandes del mercado pero quieres dejar atrás las 55 pulgadas. Y es que la propuesta de 58 pulgadas es prácticamente única en el mercado. Y todo ello por menos de 700 euros.