Las últimas semanas han sido convulsas en la red social Twitter. Desde que Elon Musk se hiciera con la empresa, se ha desatado la polémica e incluso hace una semana muchos usuarios comenzaron a despedirse de sus seguidores ante un cierre de la red social que parecía inminente.
Han pasado los días y, al menos de momento, la plataforma sigue en pie. Pero la polémica no ha terminado, hay quien cree que sí que terminará cerrando más pronto que tarde y quien al contrario opina que Musk devolverá a Twitter a sus días dorados. No sabemos lo que va a ocurrir en un futuro más o menos próximo, pero si no entiendes nada de lo que está ocurriendo te daremos las claves para entender la situación.
Despidos masivos
Nada más hacerse con las riendas de la compañía, Elon Musk envió la carta de dimisión a 3700 de los 7500 trabajadores que tenía la compañía antes de su llegada. Esto hizo saltar el debate sobre si la empresa estaba sobredimensionada o si sin estos trabajadores el desastre estaba servido.
La realidad es que Twitter sigue funcionando razonablemente bien, pero también es cierto que Musk ha tenido que contratar nuevos ingenieros para que siga en pie.
Dimisiones en masa
Otra de las renovaciones que hizo Musk en Twitter es exigir a sus trabajadores unas condiciones de trabajo hard-core, es decir, con largas jornadas de trabajo y poco descanso. Aquellos que no aceptaran que a partir de ahora tendrían que trabajar más y en peores condiciones serían despedidos.
¿El resultado? Que miles de empleados de Twitter decidían abandonar la compañía el pasado viernes. Ahora la red social está sobreviviendo con solo unos pocos cientos de trabajadores.
La despedida anticipada
Tras el abandono de todos estos trabajadores, muchos usuarios dieron por sentado que estaban ante el fin de la red social. #RIPTwitter fue tendencia durante prácticamente todo el fin de semana.
¿Y qué hacía Elon Musk mientras miles de usuarios lloraban el fin de su red social favorita? Publicar en su cuenta memes como el que podemos ver en la imagen. Lo que desconcertó a unos usuarios que no sabían si lo del fin de Twitter se iba a quedar en nada o si el empresario directamente se estaba riendo de ellos.
El lío de los verificados
Otra de las novedades que impuso Elon Musk a su llegada a Twitter fue la posibilidad de tener el tick de cuenta verificada tras un pago de 8 euros. Pero la «brillante» idea no tardó en volverse en su contra. Muchos usuarios comenzaron a pagar por suplantar personalidades y grandes empresas, siendo especialmente destacado en anuncio de una farmacéutica estadounidense de que la insulina pasaría a ser gratuita, que posteriormente resultó ser falso. Así, el verificado de pago desapareció a las horas de llegar, aunque Musk asegura que volverá a implementar un sistema similar.
El retorno de Donald Trump
Cuando Elon Musk decidió comprar Twitter, su principal argumento para ganarse a los usuarios era que volvería a dar alas a la libertad de expresión. Y uno de los primeros pasos que ha dado en ese sentido ha sido bastante polémico. El nuevo propietario de la red social lanzó a través de su cuenta una encuesta preguntando a los usuarios si Donald Trump debería recuperar su cuenta de Twitter, suspendida tras alentar los ataques al Capitolio a principios de 2021. El sí ganó en esa encuesta por muy poco, apenas un 52%. Pero Musk consideró que el pueblo había hablado y devolvió la cuenta al antiguo presidente estadounidense, que vuelve a tener voz en la plataforma.
Twitter sigue vivo… por ahora
Aunque hace apenas una semana parecía que el final de Twitter había llegado, de momento la red social no solo sigue viva, sino que parece tener más tráfico que nunca. En parte por los aficionados al fútbol que comentan el Mundial de Qatar, y en parte también porque la polémica ha atraído a usuarios que ya apenas entraban en ella. Lo que no se sabe es si al final Musk conseguirá que la empresa siga andando o si terminará cayendo, aunque sea de forma un poco menos inmediata de lo que se pensaba en un principio. Los posible problemas tras la reducción de personal y el cansancio de los usuarios ante las excentricidades del millonario pueden llevar a la plataforma al desastre, pero eso es algo que sólo dirá el tiempo.
