Road 96 en PS5: Vive la aventura de la carretera y escapa de una dictadura

Road 96 es un juego distinto, que te llama la atención desde el primer momento. Un juego en el que comienzas en primera persona, en un viaje hacia la frontera de un país imaginario llamado Petria. Una dictadura disfrazada de democracia que persigue a los adolescentes que quieren fugarse de su casa para buscar otra vida, y que está delimitado por un muro que es la montaña que debes subir. Por el camino te vas encontrando varios personajes, algunos con corazón, otros verdaderos despojos que te traicionarán a la primera oportunidad. En Road 96 es más importante la historia de los personajes que te rodean que la tuya propia, ya que te vas descubriendo a través de las interacciones con ellos.

Y aquí viene la gran novedad de este juego. Es muy muy difícil que tu primer intento no termine contigo en la cárcel… Y el segundo, y el tercero. Lo curioso de Road 96 es que con cada nuevo adolescente que pasas a controlar vas creando un camino distinto hacia la frontera, a través de aventuras en las que se entrecruzan los mismos personajes que van dándote pedazos de su historia (son siete los personajes principales). Muchas de las decisiones que tomas tienen un impacto no solo en tu camino, sino también en el destino de Petria. Road 96 es una versión que se ha renovado para consolas, entre ellas PS5, que es donde he tenido oportunidad de probarlo gracias a los chicos de Koch Media. Estas son mis opiniones sobre este juego que se acerca a una aventura gráfica pero sin serlo del todo.

Nombre: Road 96

Plataforma: PlayStation 4, Nintendo Switch, Xbox One, PlayStation 5, Xbox Series X y Series S, PC, Steam

Tipo: Aventura gráfica / Exploración

Público: Juvenil / Adulto

Multijugador en local: No

Juego online: No

Precio: 33 euros (PS5)

Una aventura gráfica a medias

Lo que marca Road 96 es su originalidad. Este juego es de los que te conquistan poco a poco, según te vas internando en su trama y conociendo los distintos rincones de Petria. Por cierto, con una estética 100% estadounidense tanto por la dinámica y la realidad de la carretera como los distintos rincones. Carreteras desiertas, grandes distancias, caravanas, dueños de gasolineras que parecen sacadas de Kentucky… El enfoque de este juego es curioso, ya que lo vives a través de los ojos de un adolescente que no se muestra en ningún momento. De hecho, al tener que coger a más de uno para intentar llevarlo a la frontera te das cuenta de que los que realmente importan en la historia son los personajes con los que te vas encontrando.

Hay siete de ellos, algunos entrañables y otros loquísimos, como los dos partidarios del dictador que van en sidecar con la misión de salvar a una estrella de la televisión y al mismo tiempo se dedican a robar. Hay una dinámica muy interesante en este juego que te pone contra el espejo. A la hora de moverte -y sobrevivir- por la carretera, te van a presentar distintas decisiones que ponen a prueba tu moral. A veces, tomarás el camino fácil para poder pasar agachando la cabeza y poder acercarte a tu objetivo, otras sacarás el corazón para enfrentarte a situaciones que son injustas. Todo depende de ti, pero lo cierto es que ninguna decisión es fácil.

De hecho, en ocasiones incluso si tomas una decisión moralmente cuestionable seguirás estando en peligro. Las decisiones que tomas afectan lo que ocurre a tu alrededor pero también en el país de Petria, que en ese momento se enfrenta a unas elecciones en las que el dictador disfrazado Tyrak se enfrenta con otra candidata que -se supone- velará por mejorar las vidas y la libertad de las personas. De fondo, un monte que marca la frontera y que fue volado a medias por unos revolucionarios años atrás. También me gusta de Road 96 que vas conociendo las dos partes, los personajes, que al principio pueden parecer superficiales, luego tienen historias potentes por detrás que explican por qué se comportan como lo hacen.

El control, el gran hándicap

Si hay algún pero que ponerle a Road 96 ese es el control. Se nota que es un juego que nació más pensando en el PC que en consolas. Para tomar las decisiones, por ejemplo, te toca mover el joystick del mando como si fuera el puntero del ratón. Y, en general, coger objetos o interactuar con elementos tiene un toque demasiado orientado al mundo del ordenador. No resulta del todo intuitivo. De hecho, creo que se podría haber hecho más atractivo marcando cada decisión posible con un botón del mando, en vez de tener que mover el puntero sobre la pantalla.

En cuanto a su adaptación a PS5, la verdad es que se echa en falta más guiños a las características propias de PS5, como los controles hápticos del mando. Si que vas a notar vibración cuando desfallezcas, pero poco más. Hablando de desfallecer, mientras te muevas en dirección a la frontera tienes que hacer caso a tres elementos: a la barra de energía que se recupera con comida y descanso, al dinero y a los encuentros con la policía. Si no haces mucho caso a reponer fuerzas y la barra llega al mínimo, caerás inconsciente y te despertará un amable policía que te conducirá directamente a la cárcel.

Al final, lo que más importa es el camino, porque aunque llegues a cruzar la frontera, volverás a ponerte en la piel de otro adolescente y retomar la aventura desde un punto distinto de Petria, acercándote cada vez más al día de las elecciones. Hay que decir que, a pesar de esta variedad en los caminos y encuentros a lo largo del camino, Road 96 es un juego que a veces peca de lineal, sobre todo acostumbrados a juegos de mundo cada vez más abierto. A veces incluso resulta algo absurdo, como cuando tienes que pasar un control de policía en mitad del bosque y solo te dejan pasar justo donde está el guardia, a pesar de tener vía libre con solo escabullirte a un lado de los árboles.

Gráficos y sonido

En el campo de los gráficos, no esperes una maravilla visual. Estamos ante un juego de un pequeño estudio independiente y el aspecto de Road 96 recuerda a las aventuras gráficas de hace unos cuantos años. Eso sí, se ha hecho de forma muy inteligente ya que el juego está ambientando en el año 1996 y este toque retro hace que los gráficos no desentonen en mitad de los walkman, de las radios antiguas y otros elementos.

Hablando de walkman, el sonido es clave en este juego. La música está muy bien escogida y además por el camino nos vamos encontrando cassetes coleccionables con distintas canciones míticas. Un 10 en este punto. Algunas de las canciones tienen un toque nostálgico que pega perfecto con estos viajes por carretera. En definitiva, Road 96 es un juego que merece la pena descubrir, sobre todo si tienes una cierta edad y disfrutas de los guiños retro que tiene este título.